Las dos figuras que más llaman la atención de fiscales y agentes federales son el exalcalde de Bogotá Samuel Moreno Rojas y su hermano, el exsenador Iván Moreno, condenados y hoy presos por el escándalo de contratos que desangró las finanzas de la ciudad.

Así quedó consignado en un informe especial, de Noticias Caracol, en el que se advierte que a nombre de los hermanos Moreno Rojas aparecen millonarias transacciones hechas desde Colombia, Panamá e Islas Vírgenes a bancos norteamericanos.

Esto, aprovechando que los dos tienen nacionalidad gringa.

Pero estos dos hombres no son los únicos que están en la mira del FBI ya que, según ese medio, las autoridades manejan nombres como los del exgobernador Álvaro Cruz (condenado esta semana a seis años de cárcel), el excongresista Germán Olano y el abogado y exasesor de los Moreno, Álvaro Dávila.

También, mencionan a los primos Manuel, Miguel y Guido Nule, y al contratista Julio Gómez, al exconcejal Andrés Camacho y al exsecretario de movilidad Fernando Álvarez, este último, investigado por cuestionados contratos de recaudo y servicio del Sistema Integrado de Transporte de la ciudad.

En la extensa lista de salpicados por el ‘carrusel de contratos’, que tiene el FBI, también figuran el expresidente de Conalvías Andrés Jaramillo (a punto de una imputación por varios delitos) y dos poderosos empresarios que hasta el momento han pasado de ‘agache’ en la investigación de las autoridades colombianas, agrega Noticias Caracol.

Así operaba el blanqueo de dinero que se robaban de Bogotá.

“A cambio de un porcentaje, cuatro empresas colombianas ponían a circular en EE.UU el dinero de las coimas pagadas en el saqueo al Distrito”, informa el noticiero, destacando que “varias firmas de abogados” con sede en Los Ángeles, Houston y Nueva York “sirvieron para montar un entramado de fachadas para recibir los millonarios giros”.

Así las cosas, los investigadores norteamericanos se reunieron con el fiscal Néstor Humberto Martínez para ponerlo al tanto de las pesquisas, ya que tienen una carrera contra el tiempo antes de que esos delitos prescriban.

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