Farc y Eln tienen una inteligente asociación simbiótica que agiliza el cumplimiento de los objetivos previstos

Ambas organizaciones han establecido formalmente lo que ellos mismos denominan “Alianza Estratégica para el Postconflicto”, dice Vicente Torrijos R. en su columna de El Nuevo Siglo. Según este columnista, las dos guerrillas comparten espacios geoestratégicos y se reparten tareas y compromisos, con lo cual una organización ejecuta acciones que la otra no debe asumir, y viceversa.   “Se trata —explica— de una metódica división del trabajo, pero también de una acertada transferencia de recursos y de una sofisticada asignación de las modalidades de violencia. Eso significa que los recursos de que adolece el Eln serían suplidos por las Farc, una agrupación mucho más poderosa, logística y económicamente, que su hermana menor”.

Colombia debería aprovechar ‘Los papeles de Panamá’ para insistir al gobierno de ese país en la firma de un convenio binacional de intercambio de información

Y es que ahora la presión es grande sobre Panamá, obligada a reaccionar, a menos que desee ver comprometido su prestigio como centro financiero, advierte El Tiempo en su editorial. “El país debería solicitar información sobre Mossack Fonseca, que también cuenta con oficinas en el territorio nacional. Esto facilitaría el accionar de la Dian, entendiendo que tener dinero en el exterior no es delito”, dice, y aclara que lo que es incorrecto es no declararlo, “y por tal motivo aquí lo que se debe aplicar es aquel principio según el cual el que nada debe nada teme”.

No queda más que aplaudir la utilización de las vías que ofrece la democracia para expresar el inconformismo

La afirmación la hace El Espectador en su editorial, a propósito de la marcha uribista del sábado, “que le apostó a la institucionalidad y al disenso pacífico como medio de expresión”. Para este medio, es innegable que “hay un grupo poblacional que se sintió convocado a tomarse las calles por razones válidas, se esté o no de acuerdo”, y “esta fuerza no puede ni debe ser ignorada en los planes de construcción de una nueva Colombia”. También considera que el hecho de que el uribismo y sus movimientos afines opten por las calles es un gesto de apoyo a la institucionalidad por encima de las personas y las pugnas individualistas que hemos visto recientemente.

No sirve a Colombia que recursos para educación sean los más altos, si se permite que sean presa del clientelismo y la corrupción

Esos son los males que se deben perseguir si se pretende formar ciudadanos en el conocimiento y como mejores seres humanos, reclama El País, de Cali, en su editorial. El problema, para este medio, es que si bien el presupuesto destinado a la Educación supera al de Defensa después de haber reconocido que invertir un mayor porcentaje de los dineros públicos en la enseñanza es mucho más rentable, sano y necesario, esa intención se pierde al saber el camino que toman gran parte de esos recursos. “No hay que hacer un análisis profundo para saber que es la corrupción la que se infiltró en el sistema nacional de educación, cohonestada por funcionarios de todos los niveles con el poder de decidir cómo se manejan los recursos asignados a municipios y departamentos”, sostiene.

Llevamos meses escuchando denuncias sobre alimentación estudiantil, y la situación ha llegado a extremos que debían ya tener gente en la cárcel

“Se trata de los operadores que reciben miles de millones para llevarles comida a estos estudiantes de bajos recursos, y cuya ‘labor’ se ha hecho evidente en las escandalosas imágenes que todo el mundo ha visto”, dice Cecilia López Montaño en su columna de El Heraldo, y reclama que la acción de la justicia no se puede quedar ahí, “sino que debe investigar la cadena: el que firmó el contrato, el gobernador o alcalde respectivo; el senador o representante al que le dieron el privilegio de escoger al contratista. Y el o los funcionarios nacionales que se hacen los locos como si no tuvieran nada que ver con la asignación de estos recursos”.

Precariedad, inestabilidad y austeridad definen el estado de la ciencia en España

Pocas veces como durante esta crisis los investigadores se habían visto obligados al exilio para sobrevivir, lamenta El País, de España, en su editorial, y cuenta que muchos de sus científicos se han ido del país “huyendo de contratos eventuales y mal pagados y empujados por el recorte de las becas”. Según ese medio, los recortes al presupuesto para innovación y desarrollo “ha pintado un negro horizonte”. Y recuerda que “la fuga de cerebros [algo que, según El País, el exministro español de Educación José Ignacio Wert la llamaría ‘movilidad internacional’] es un mal negocio para cualquier país”.

 

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