Gallo Cubillos, conocido como ‘Carlos Antonio Lozada’, dijo que no debieron hacer el atentado “más allá de que estuviese motivado en información que señalaba al club como un centro de reuniones para la planificación de operaciones contrainsurgentes, encabezadas por funcionarios gubernamentales y líderes paramilitares”.

“Por eso, en este momento, con el corazón en la mano y la mente abierta al futuro, los antiguos mandos y excombatientes de las Farc aceptamos las responsabilidades que nos correspondan por este injustificable hecho, convencidos de que está acción reparadora allanará el camino que permitirá la reconciliación entre hermanos”.

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“El perdón es fruto de la voluntad de cada individuo”, y agregó que tienen “la certeza” de que las repercusiones de su acto de perdón “calarán hondamente en la conciencia” de los colombianos, que consideran que se debaten “en el dilema de dejar atrás los odios o ahondar la ira”.

“Recordemos con dolor de patria, pero con optimismo en el mañana, a todos los sacrificados en este acto injustificable: trabajadores, asociados, deportistas, profesionales, padres, madres e hijos, todos compatriotas que no merecían tal suerte”, dijo Gallo Cubillos.

El atentado se produjo cuando dos terroristas introdujeron un vehículo con una bomba en el garaje del club social gracias a la ayuda de un empleado.

Con EFE