Las dificultades de lado y lado las reconocieron la canciller María Ángela Holguín y el jefe de las Farc, Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’.

“Estamos en una fase muy difícil, un momento muy delicado, no solo por los problemas para implementar el acuerdo, sino también por la cercanía de la campaña electoral, donde todo es posible y se puede prometer todo. Pero estamos comprometidos”, afirmó Holguín en una charla abierta en la Casa de la Literatura de Oslo.

La jefa de la diplomacia colombiana destacó que el 71 % del acuerdo implica transformaciones del Estado, así como labores de desminado y sustitución de cultivos para acabar con la “ingente” producción de coca, lo que supone un reto considerable.

El líder guerrillero aludió a que el proceso está en una fase “complicada” y que la hoja de ruta fijada en el acuerdo de noviembre de 2016 no es fácil, de ahí que sea necesario “más confianza y hechos”, dijo en la charla, transmitida por la web del Gobierno noruego.

Las dificultades se hicieron visibles el miércoles, cuando el mecanismo de verificación de la ONU certificó que la dejación de armas se completó en un 40 % y no en el 60 % que se había anunciado inicialmente.

Según Caracol, la razón para que el proceso se haya frenado son las demoras del Gobierno y otros órganos del Estado en cumplir con el cronograma para la implementación de los acuerdos en las áreas que les corresponden.

Una de esas dificultades es la demora en la aplicación de la ley de amnistía aprobada en diciembre pasado y cuya aplicación ha tardado más tiempo de lo previsto, según las Farc.

También está el temor sobre los cambios que pueda sufrir la Justicia Especial de Paz en el Congreso y en la Corte Constitucional.

También hay quejas por el asesinato de líderes sociales y la demora en el inicio de la unidad especial de lucha contra el paramilitarismo en la Fiscalía.

Otro hecho que se suma a un posible aplazamiento de la fecha final del 20 de junio es la ya anunciada ausencia del presidente Santos para acudir a ese acto en ese día, agrega Caracol.

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Escenario de debate

Entre tanto, en Oslo, Holguín y ‘Timoleón Jiménez’ -autorizado por Bogotá a viajar a Noruega por invitación de este país- han participado en el Foro de Oslo, una iniciativa del Gobierno del país nórdico y que ha reunido a un centenar de representantes políticos y mediadores en conflictos.

Ambos coincidieron en señalar el papel preponderante de las víctimas como uno de los aspectos más innovadores del proceso colombiano, lo que ha permitido “humanizar” el acuerdo.

Las víctimas “necesitan saber la verdad para reconciliarse con su pasado y seguir adelante”, insistió la ministra.

“No se trató de venganzas ni de rendir cuentas, sino de curar las heridas en ambos lados”, afirmó Londoño, quien admitió que ese aspecto fue uno de los más complejos durante la negociación, solo comparable al modelo que se discutió sobre justicia transicional.

Holguín lo calificó de “una forma muy digna de lograr una solución” y de “equilibrado” en un conflicto con una guerrilla activa durante décadas y rechazó que asegure la impunidad, como afirman algunas voces en Colombia, ya que se ha creado una corte específica que va a analizar todos los casos.

El asesor jurídico de las Farc, Enrique Santiago -al que Londoño cedió la palabra-, resaltó por su parte que el modelo es respetuoso con las convenciones internacionales y que garantiza el derecho a la reparación, además de ser un sistema “más duro” que el del acuerdo de desmovilización de paramilitares en 2005.

Tras intentos frustrados anteriores y una dura ofensiva militar de las autoridades, el Gobierno y las Farc constituyeron en octubre de 2012 la mesa de negociaciones en Noruega, para luego trasladarla a Cuba, los dos países que ejercieron de garantes del proceso.

Londoño, que admitió dudas iniciales, señaló el papel del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y la elección de Cuba como garante de “decisivos”, y en el plano personal agradeció al presidente Juan Manuel Santos que le enviara una carta manuscrita después de haber sufrido un infarto en La Habana en medio de las negociaciones.

Holguín y el líder de las Farc admitieron que no hay vuelta atrás en el proceso de paz.

El ministro de Exteriores noruego, Børge Brende, que ejerció de moderador, calificó de “histórico” que Holguín y Londoño se hayan reunido fuera de Colombia por primera vez desde la firma del acuerdo y destacó la “valentía” y “liderazgo” de ambas partes.

Santos fue galardonado el año pasado con el premio de la Paz por el Comité Nobel noruego.

Con EFE