“El desarrollo normativo del acuerdo paz de La Habana, base de la construcción de nuestro futuro, transfiguró por momentos los edificios del Congreso por momentos en un mercado de transacciones de vicios y ambiciones que terminaron desfigurando lo pactado”, dijo Márquez al hacer un balance de la implementación del acuerdo de paz tras un año de la firma.

En ese sentido, reprochó “la poca visión y la insensibilidad” de algunos legisladores que de los que piensa que “no alcanzaron a ver o considerar que la paz es el más elevado de todos los derechos, el derecho síntesis sin el cual no será posible la materialización de otros derechos”.

La plenaria del Senado aprobó este jueves por mayoría el informe de conciliación de la Ley Estatutaria que reglamenta la aplicación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el último día del ‘fast track’, el mecanismo de vía legislativa rápida para tramitar leyes y normas para la implementación del acuerdo con la Farc.

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En la conciliación quedaron consignados los nuevos requisitos para los magistrados de la JEP, que ya fueron designados.

Igualmente, con lo aprobado en el Senado se habilitó la participación en política de los exguerrilleros de la Farc, pero antes deben someterse ante la JEP, comprometerse a decir la verdad y reparar a las víctimas.

“Allí se ha desvertebrado el concepto de JEP que habíamos convenido con el Gobierno en La Habana. Ahora aparece como una jurisdicción especialmente concebida para la Farc, para una de las partes, cuando su presupuesto inicial era que este sería un componente de (…) justicia, reparación y no repetición para todos los involucrados en estos crímenes”, afirmó.

Por eso, le pidió al presidente Juan Manuel Santos que salve “lo que debería ser la más grande obra de su Gobierno”, el proceso de paz.

“El proceso de paz atraviesa un momento de crisis que puede ser pasajera si el Presidente de la República, haciendo uso de sus potestades constitucionales, asume exclusivamente las riendas de su conducción”, agregó el exguerrillero.

EFE