Por medio de una llamada telefónica y bajo amenazas con armas blancas, afirmó la denunciante a Noticias Caracol, pusieron a su pariente a pedirle una cuota que debía consignar a un número de cédula.

“Están poniéndolo a hablar a él [hijo]. Detrás hay alguien diciéndole pídale 300 o 600 mil y lo dejamos libre […]. Tenemos el número de la cédula, nos dan el nombre de la persona y con esos datos nos dicen que consignemos. Eso es una extorsión desde adentro”, señaló Miriam Amaya, al informativo.

Pero los delincuentes no solo les ofrecerían libertad a los recién capturados, sino que, además, les cobrarían cuantiosas sumas de dinero por beneficios como colchonetas y cobijas para su estadía en la Unidad de Reacción Inmediata (URI), de acuerdo con Blu Radio.

El noticiero de televisión conoció una de las llamadas extorsivas en la que se escucha a un joven pidiéndole dinero a su familiar y donde, al parecer, lo están intimidando.

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La siguiente fue la conversación:

  • Allegado: ¿Cuánto fue que me dijiste?
  • Capturado: Cincuenta mil.
  • Allegado: ¿Tú dónde estás en este momento chino?
  • Capturado: Estoy en la cárcel de Puente Aranda.
  • Allegado: Ven, y el que te está prestando el celular ¿quién es? ¿Es un intendente o es uno de los presos?
  • Capturado: Lo segundo que dijiste
  • Allegado: ¿Y ese man qué, te está amenazando, te está asustando?
  • Capturado: Algo así.

Lo que llama la atención de los ciudadanos es por qué las personas detenidas pueden ingresar armas para amenazar a los demás capturados y equipos móviles para hacer llamadas; sobre todo, cuando se trata de una cárcel transitoria en la que se supone hay vigilancia permanente de las autoridades y no se permite ni siquiera el ingreso de unos cordones.

“La Fiscalía dijo que es la Policía es la encargada de la seguridad en los calabozos transitorios en la URI de Puente Aranda, mientras que la Policía dice que investigará el caso”, añade la emisora.

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