Pero este no es único interrogante de este caso, apenas uno de los que ocurren a diario en Bogotá, y en Colombia, y que les ha costado la vida a 109 mujeres en lo que va corrido del año.

Interrogante 1:

Los hechos ocurrieron el pasado lunes en horas de la noche en el centro comercial de Bogotá, cuando el hombre identificado como Julio Alberto Reyes ingresó a la óptica GMO y atacó a su expareja, la optómetra Claudia Giovanna Rodríguez.

De acuerdo con el relato de López a Caracol Radio, cuando él llegó al Centro Comercial a las 7:30 de la noche, Reyes ya había herido a su cuñada, pero la orden de ingresar al local solo se dio aproximadamente a las 10:40 de la noche.

El tipo estaba sobre mi cuñada, encima, encima de ella, y estos valientes policías, todos, todos querían entrar, (pero) la orden nunca llegó”,

dijo López en un relato que fue interrumpido brevemente por el llanto.

“(Había) muchos, muchos policías. Es que no había uno, ni dos, ni tres, podría decir que había 400 policías, sin exagerar, y nadie daba la orden”, agregó.

El artículo continúa abajo

En las más de 3 horas, casi 4, que duró el drama, López les preguntaba a los policías cuándo iban a actuar. “La respuesta fue: ‘ya, ya, ya… Estamos esperando la orden. Lo único que estamos esperando… ya, ya. Ya nos mandan la orden’. Todo el mundo hablaba por celular. Todo el mundo hablaba con un superior. Todo el mundo. Había muchos coroneles. Muchos, muchos, muchos. No sé por qué un coronel no podía dar la orden. No sé, había mucha gente, y me decían: ‘Ya, ya van a dar la orden”’, dijo a Caracol Radio.

Mientras tanto, el agresor gritaba desde adentro de la óptica que le trajeran a su cuñada, a su suegra, de lo que López infiere que también quería matarlas.

En su relato, el cuñado dice que allí estuvo el Grupo de Operaciones Especiales (Goes) y el antiextorsión y secuestro (Gaula), que fue el que entró.

Otra de las respuestas desconcertantes que recibió López en esas desesperantes horas fue aquella de que la jurisdicción la tenía este último organismo.

López conminó a la persona que tenía que dar la orden de ingresar al local para que dé la cara y explique qué estaba pensando, qué estaba analizando, que diga por qué no dio la orden.

“Que no nos vaya a salir con el cuento de que era un protocolo, porque la vida no es un protocolo”, dice.

Y agrega: “Si el operativo lo hubieran hecho de una, la hubieran salvado… Si hubieran entrado, y (ella) se hubiera muerto en el intento de salvarla, nosotros estaríamos diciendo ¡gracias!, porque hicieron todo lo posible…”.

Interrogante 2:

¿Por qué la Policía no atendió los desesperados pedidos de ayuda que supuestamente hizo la mujer cuando iba camino a su trabajo en un taxi, según relato de la conductora de este?

En un relato a La F.m., la mujer aseguró que la víctima fue perseguida por su ex pareja desde que salió de la vivienda hasta el centro comercial.

Ella se subió al taxi y cuando íbamos saliendo a la esquina para coger la avenida principal, ella se acostó en el carro y eso me dio desconfianza. Me preguntó si venía un carro vinotinto de placas 381 y me dijo: ‘Es mi exesposo y no quiero que me vea ¡ayúdeme! No pude ayudarla”,

dijo en medio del llanto.

La taxista y su aterrada pasajera pidieron ayuda a otro uniformado que encontraron cerca del centro comercial, que lo único que acertó a decir es que “ya le llamo al cuadrante”. “Pero no hizo nada”, dice.

Como si fuera poco, también desde el celular de la taxista llamaron y la única respuesta que recibieron fue: “ya le prestamos atención”.

Interrogante 3:

¿El general Hoover Penilla entiende que las declaraciones que dio a Blu Radio podrían implícitamente terminar justificando el crimen de la mujer en el centro comercial?

“Es como la crónica de una muerte anunciada. Es una persona, con un nivel profesional, va a una cárcel, conoce a una persona, se da cuenta de sus antecedentes plenos y aun así, por diferentes circunstancias que no me corresponde analizar, establece una relación sentimental. A nivel de su familia, creo que siempre existió el temor de esa situación y que con el transcurrir del tiempo se les dio la razón”.

General, sí le corresponde analizar esas circunstancias antes de hacer ese tipo de declaraciones.

Todos estos detalles del crimen están emergiendo poco a poco, y no se conocerían si los medios se hubieran quedado con la versión oficial.

Interrogante 4:

¿Por qué el general Penilla dijo en su improvisada rueda de prensa en el centro comercial Santafé en la noche del lunes que el victimario había purgado pocos meses de prisión, que había salido de prisión por sus perturbaciones mentales y que había una orden de restricción en su contra?

Cotejada esa versión con la juez primera de ejecución de penas de Bogotá, Raquel Aya Montero, quien determinó la excarcelación del feminicida, el general estaría desinformado sobre la situación legal de Reyes.

Primero, no pasaron pocos meses sino que, según la jueza, cumplió tres quintas partes de su pena. Salió por buena conducta y trabajo en prisión, para terminar de cumplir lo que le restaba bajo detención domiciliaria.

Finalmente quedó en libertad condicional para atender un tratamiento de una enfermedad coronaria.

Segundo, la juez señaló que la Policía nunca le informó de la existencia de alguna medida cautelar o restricción contra Reyes para que no se acercara a Rodríguez.

LO ÚLTIMO