El caso va en etapa de conciliación. En una primera audiencia el estado se negó a aceptar las pretensiones que está calculada con base a lo que habría podido llegar a conseguir William, que creció en el campo (se dedicó a la carnicería) en relación con Jorge, que creció en la ciudad y logró estudiar ingeniería química, señala Semana.

Todo sucedió en 1988 cuando William y Jorge, una pareja de gemelos sietemesinos, fue trocada en la clínica por otro par de gemelos que también llegaron prematuros al mundo: Wílber y Carlos.  Cada familia se quedó solo con un gemelo propio. Años después, por culpa del destino se produjo el reencuentro de las parejas de hermanos. Toda esta historia la reveló Séptimo Día.

La justicia colombiana tendrá que analizar el tipo de reparación que merecen los cuatro jóvenes. Por ahora, la Corte tendrá que llamar a las enfermeras que en su momento trabajaron en el Hospital Materno Infantil, que está en liquidación. “Al parecer, lo que pasó es que se les cayó la pulsera a uno y a otro”, indicó una fuente cercana, a la revista.

En la audiencia de conciliación las pretensiones fueron dirigidas al Ministerio de Hacienda, al Distrito, a la Beneficencia de Cundinamarca, a la Gobernación de Cundinamarca, al Hospital Materno Infantil y al Ministerio de Salud. Sin embargo, las entidades aseguraron que no tienen responsabilidad en lo ocurrido, resalta la publicación.

En Francia, por la confusión de dos bebés descubierta 10 años después, el tribunal de Grasse en el 2015 ordenó una reparación de 1,88 millones de euros. También hay antecedentes en Italia, Rusia y estados Unidos, recuerda Semana.

En diciembre se sabrá si el Estado accede a indemnizar de manera voluntaria o el caso pasa a demanda. Lo que sí es seguro es que la sentencia que se produzca marcara un hito en la jurisprudencia, pues no hay antecedentes en Colombia de una condena contra la Nación por hechos similares, concluye la nota.

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