Fuentes citadas por El Espectador respaldan la afirmación de que Colombia es un referente, basadas en el hecho de que entre el 2009 y el 2015 las operaciones aéreas se duplicaron, al pasar de 250.000 a 500.000; “no obstante el crecimiento, la accidentalidad de la aviación comercial regular de pasajeros ha sido cero”, dijo a El Espectador Gilberto Salcedo, presidente de la Asociación del Transporte Aéreo de Colombia (ATAC).

Pero la versión de la BBC, que toma en cuenta un período más largo, desde 1945, da otra imagen, basada en cifras de la Aviation Safety Network, “que tiene la base de datos más completa sobre accidentes mortales de aviación en el mundo”.

Las 2 notas se hicieron a propósito del accidente del avión de la línea Lamia, en el que murieron 71 personas, incluyendo a casi todos los jugadores del club de fútbol Chapecoense, que venía a jugar la final de la Copa Suramericana frente a Nacional, de Medellín.

De acuerdo con la organización, desde entonces en Colombia han ocurrido 180, lo que la ubica en el cuarto lugar, solo superada por Estados Unidos, con 793; Rusia, 514; y Brasil, 187.

Y si se toman en cuenta el número de muertos, el panorama es peor, pues Colombia ya no ocupa el cuarto, sino el tercer lugar: Estados Unidos, 10.637 muertos; Rusia, 8.251; Colombia, 2.912; y Brasil, 2.728.

Para el experto citado por El Espectador, el problema no está en las grandes operaciones comerciales, sino “en la aviación no regular, en los llamados taxis aéreos, las pequeñas aeronaves de 6, 8 o 12 pasajeros, y los chárters, entre otros”. Y también cita a los aviones de fumigación y fotografía.

Lo que llama la atención es que, precisamente, estos accidentes no están incluidos en la base de datos de la Aviation Safety Network.

“(En la base de datos de la Aviation Safety Network) están registrados los accidentes mortales de aviación civil en aeronaves con más de 12 pasajeros, no los siniestros de aeronaves militares, y tampoco los de jets corporativos, ni de aviones secuestrados o de los que se estrellaron por razones criminales”, dice la BBC, citando la base de datos.

De la lectura de los 2 textos, no queda claro en qué andamos en seguridad aérea realmente.

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