Así lo plantea la revista Semana, luego de transcribir entrecomillado los supuestos términos de su conversación, en la que Vargas Lleras le habría pedido “espacio para maniobrar”.

“Lo que a usted le conviene es que yo sea su sucesor”, le habría dicho.

Parte de ese espacio para maniobrar fue la negativa de su partido, Cambio Radical, a aprobar el proyecto de ley estatutaria para la Jurisdicción Especial para la paz. Se espera que Cambio Radical vote negativamente la iniciativa esta semana.

La posición crítica de Vargas Lleras frente a la instancia que juzgará los crímenes cometidos en el marco del conflicto armado, así como a la participación política de los guerrilleros, lo alinea con las posturas del Centro Democrático, e indican, según la revista, la intención de acercarse a esta agrupación y al expresidente ÁlvaroUribe.

Y como prueba de esta intención aparece la cuña de Cambio Radical en televisión de esta semana, en la que dice que “las Farc pretenden llevar a Colombia al comunismo y a la tragedia de Venezuela, al autoritarismo, al hambre y a la violencia”, y que según Semana podría haber sido redactado por Fernando Londoño o José Obdulio Gaviria.

Pero una alianza con el Centro Democrático, en la que Vargas Lleras quedara como su candidato no se ve viable porque Uribe ya tiene una baraja de 5 candidatos, y una alianza con Andrés Pastrana, que promueve a Marta Lucía Ramírez.

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Para el ministro del Interior, Guillermo Rivera, la posición de Cambio Radical (y por ende de Vargas Lleras) es incoherente, porque “votó la refrendación de los acuerdos de paz, y en ese acuerdo ya estaba el compromiso de crear la Jurisdicción Especial para la Paz con las características que conocemos, y votó la reforma constitucional que creó la Jurisdicción Especial para la Paz”, según lo dijo a El Tiempo.

Pero si se toma en cuenta que Vargas Lleras fue la fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos, la palabra precisa tal vez no sea incoherencia sino oportunismo.

Y no es la única vez. El Tiempo hace un inventario de las volteretas que ha hecho Vargas Lleras a lo largo de su carrera política, aunque las llama “apuestas audaces”.

En el 2001 se alineó, con sus críticas a los diálogos de paz, con Álvaro Uribe, dejando el partido liberal, y se alió con este en el congreso.

Luego se opuso a la intención de Uribe de reelegirse por primera vez y se opuso al tercer mandato.

Luego Vargas Lleras regresó a apoyar a Santos.

“Uribe nunca aceptó que Santos instalara en el gabinete al principal responsable del fracaso de su tercer mandato, pues fue Cambio Radical el que llenó de vicios el proyecto que convocaba el referendo habilitante de una nueva reelección, y a la postre declarado inexequible por la Corte Constitucional”, dice El Tiempo.

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