El Departamento de Estado de Estados Unidos actualizó la alerta de viaje a Colombia publicada en abril de 2016 y advirtió de que “el crimen violento es una amenaza” y sigue habiendo secuestros, aunque no hay pruebas de que los estadounidenses sean especialmente vulnerables a ser víctimas de ello.

“Los ciudadanos estadounidenses deberían ejercer la precaución, dado que hay violencia vinculada a las insurgencias domésticas, el narcotráfico, el crimen y los secuestros en algunas áreas rurales y urbanas”, señala la nueva alerta de viaje.

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“Los grupos armados organizados políticos y criminales están activos en buena parte del país y sus métodos incluyen el uso de explosivos y amenazas de bomba en espacios públicos. La violencia asociada con los grupos armados ocurre en áreas rurales así como en las principales ciudades del país, incluida la capital”, añade.

Esas bandas están “fuertemente involucradas en el tráfico de drogas, extorsión, secuestro y robo”, apunta.

El Departamento de Estado recuerda que el Gobierno colombiano ha llegado a un acuerdo de paz con el principal grupo guerrillero del país, las Farc, y este “se está implementando”, pero “no incluye a otros grupos armados en activo”.

La alerta contrasta con la emitida el año pasado, que advertía de un “aumento del crimen violento en los últimos meses” en Colombia, “incluidos crímenes que resultaron en la muerte de ciudadanos estadounidenses”.

El mensaje actual también suaviza la referencia a las explosiones, dado que en la alerta anterior se subrayaba que éstas ocurrían “de forma regular en toda Colombia”, y también elimina la advertencia de que los pequeños pueblos y áreas rurales podían ser “extremadamente peligrosos” por la “presencia de criminales”.

EFE

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