Así lo estableció la Contraloría General de la Nación luego de revisar el panorama del Programa de Alimentación Escolar (PAE) en esta región compuesta por los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre, publicó Semana.

El documento, de 800 páginas, describe hallazgos fiscales que comprometen 12.745 millones de pesos, de los recursos que provienen del Ministerio de Educación Nacional y del 0.5 % de los recursos del Sistema General de Participaciones, informó este medio.

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“No se está entregando a los estudiantes el total de raciones contratadas, por parte de los operadores del Programa de Alimentación Escolar. En promedio se entrega apenas el 57 % y, sin embargo, están cobrando y reciben el pago correspondiente al 100 %”, concluye el informe de la contraloría, divulgado por Semana.

“Se observa en las Instituciones Educativas visitadas carencia de comedores o cocinas adecuadas; y algunas donde los alimentos se consumen de pie o en el piso, y en espacios improvisados, problemática que aumenta dada la insuficiencia permanente de los servicios básicos en especial acueducto y alcantarillado”, indica la revista.

“En el informe se advierte que la implementación del PAE en la región Caribe predomina la contratación directa, así sucede en 167 contratos de 212 revisados por la Contraloría”, señala Semana.

Así, la Contraloría evidenció que el 78 % de estos negocios en la Costa se hicieron a dedo, sin pasar por una licitación. “El programa se ha pervertido porque muchos actores políticos están usando estos recursos públicos para obtener beneficios o pagar favores”, dice Édgar Gómez, defensor delegado (e) para la infancia, publicó El Tiempo.

Se denuncia que uno de los contratistas que se viene quedando con estos negocios es Corazón País, que ha cambiado de nombre por lo menos tres veces, como lo revela este periódico.

“En Magdalena, donde se registran pérdidas por más de 3.303 millones de pesos, se encontraron casos como el de una escuela de Aracataca en la que, en lugar del pollo por el que se pagó, les daban de almuerzo a los niños las arepas que sobraban del desayuno”, es solo uno de lo ejemplos que registra El Tiempo.

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