Es deshonesto y dañino para la democracia colombiana que Viviane utilice los argumentos científicos con tal descuido

Lo que observamos en la exposición de motivos de Morales, para promover un acto que pretende imponer como política estatal la idea de que las parejas del mismo sexo y las personas solteras no pueden ser idóneas para criar niños, es un uso caprichoso y estratégico de estudios científicos que ponen a decir algo que, en realidad, no afirman, lamenta El Espectador en su editorial. Y destaca que, por el contrario, los textos que sí parecen compartir la posición de Morales han sido cuestionados ampliamente en el mundo científico y “palidecen ante la cantidad de evidencia en contra de sus hallazgos”. Lo que el diario bogotano califica como “estrategia retórica” de la senadora quedó expuesta por las declaraciones a Semana del siquiatra infantil Kyle Pruett, a quien Morales citó en sus argumentos. “Me sorprendió y me decepcionó saber que la senadora Morales usó mi investigación para sustentar su oposición al matrimonio y eventual adopción de parejas del mismo sexo porque no hay nada en mi investigación que lo soporte”.

La prensa colombiana tiene la fea manía de vincular el nombre de los abogados defensores al de sus clientes

Y lo hace “para estructurar una especie de simbiosis entre uno y otro, en la que terminan responsabilizando al defensor por las actividades criminales del defendido”, critica Hugo Quintero en su columna de El Nuevo Siglo, y califica esa práctica de los medios como “un evidente acto de matoneo mediático y de discriminación antiética”. Con su comentario se refiere a la forma como la prensa ha difundido la información de que en la Unidad de Fiscalía Delegada ante la Corte hayan sido designados los abogados penalistas Jaime Camacho y Hernán Díaz, reconocidos, entre otras, por haber defendido a María del Pilar Hurtado y Andrés Felipe Arias, respectivamente. “Es obvio que los abogados penalistas defendamos personas involucradas en problemas penales. Todos tienen derecho a un abogado, y cada uno contrata al que considera mejor para el tipo de defensa que quiere ejercer”, subraya, y se pregunta: “¿Cuál es la razón para vetarlos como funcionarios públicos por el solo hecho de haber ejercido su profesión? Ni que fueran periodistas apareciendo en los ‘Panamá Papers’ e informando sobre evasión de impuestos”.

¡La ideología de género es tan, pero tan potente que puso en jaque a Dios!

Es que “el Dios de la gran mayoría de las religiones es tan, pero tan frágil que cada vez corre más peligro de desaparecer”, asegura Gloria H. en su columna de El País, de Cali. Por eso, como “existen fuerzas ‘superiores’ a Dios que le están saboteando su obra”… necesitó que muchísimas “personas asustadas” salieran a defenderla, “a probar que sí es perfecta y que todo lo demás son inventos satánicos”. En realidad, el “Dios inseguro” que defienden con tanto ahínco es patriarcal, controlador, excluyente (solo acepta empaques de hombres y mujeres), machista, siempre ‘se siente en peligro’, le teme a la evolución, y es el de las religiones donde la mujer no tiene espacio ni cabida. “Pero… ¡respetable! Es un Dios que asusta, que cobra, que condena, que excomulga”. En fin, “hay que defenderlo a cualquier precio porque las creencias deben amarrarse a la religión para evitar la libertad de pensamiento y de comportamiento. La libertad no puede estar suelta caminando por la condición humana”.

La bandera de la paz no le pertenece al gobierno exclusivamente

“Es un tema de ciudadanía”, recalca Jairo Parada en su columna de El Heraldo. “Tenemos que salir de este conflicto armado, que ha producido 220.000 muertos desde 1985 hasta 2013, casi 8 millones de víctimas, 6.7 millones de desplazados, 4.382 homicidios por falsos positivos, 9.970 víctimas de minas, y 40.000 secuestros”. Para él, los economistas han dejado claro que la tasa de crecimiento del producto subiría en casi dos puntos con un país en paz, “y es asombroso que a pesar de la guerra, el país haya logrado cifras positivas en su proceso de desarrollo”. Y remata diciendo que la paz “será el resultado posterior de construir una sociedad verdaderamente incluyente, que garantice la democracia económica, mejore la distribución de la tierra y el ingreso, lleve el Estado a los territorios y, por sobre todo, garantice las transformaciones políticas que permitan que surjan nuevas formas de hacer política: pasar de una democracia comprada a una democracia de los ciudadanos”.

Añoraremos los cánones de la ley de Justicia y Paz cuando padezcamos unas Farc legalizadas

En un ejercicio de comparación, Saúl Hernández Bolívar, en su columna de El Tiempo, asegura que los 14 máximos cabecillas paramilitares, “tan narcos como los de las Farc”, fueron extraditados y cumplen largas condenas en duras prisiones, compartiendo minutos de sol con ‘Simón Trinidad’. Además, “otros líderes, como Ramón Isaza y Freddy Rendón, alias el ‘Alemán’, además de cerca de 2.000 mandos medios, todos tan culpables de delitos de lesa humanidad como los perdonavidas de las Farc, han ido cumpliendo sus condenas de ocho años, que no son lo mismo que ‘padecer’ las sesiones congresionales, de martes a jueves, en un mullido sillón de cuero”. También dice que los ‘paras’ “han dicho la verdad sobre miles de crímenes, han entregado la ubicación de los restos de centenares de sus víctimas y han pedido perdón. Pero como no se puede tapar el sol con un dedo, los “honestos” se vienen con el argumento de que los ‘paras’ eran simples escuadrones de la muerte en tanto que las Farc tienen dizque ‘estatus internacional’”.

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