“Gustavo, para mi hija, está de viaje. Un viaje largo de trabajo. Ella es muy chiquita. Tiene apenas tres años. Hoy sufrimos por los comentarios que le puedan hacer”, afirmó Rico Rodríguez, en entrevista con Semana, y añadió:

“Me da miedo porque los niños no son crueles, pero repiten lo que los papás dicen”.

“Me da un poco de miedo; quisiera estar con ella, pero de día prefiero que esté en vacaciones recreativas a que me vea llorar todo el tiempo”, dijo.

La mujer también habló del viaje a Miami, que ella hizo con su hija, en el cual Moreno se reunió con el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, procesado por corrupción, para recibir un dinero. Dicho encuentro, organizado por la DEA, sirvió de anzuelo para atrapar al exfical.

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La agencia estadounidense, de hecho, registró y marcó los billetes para así detectar si había otros funcionarios implicados.

Según Rico Rodríguez, ella no sabía que su esposo se había reunido con Lyons para aceptar el soborno en un baño de un centro comercial:

“Yo solo recuerdo que él solamente me dijo: ‘Voy a ir al baño y al parqueadero y ya vengo’. Yo me quede ahí con mi hija. Mi cabeza estaba 100 por ciento con ella. Hoy creo que fue en ese momento”.

Negó, además, que hubiera visto al exgobernador en el centro comercial: “A Lyons lo vengo a conocer ahora en los periódicos”.

También se refirió al hecho de que a ella le encontraron tres de los billetes marcados por la DEA: “Yo lo hice de buena fe. Le pedí plata a Gustavo para comprarle algo a mi papá. Finalmente, no compré nada. Guardé los billetes, pero ni idea que iba a pasar todo eso”.

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