Aunque la polémica decisión emitida por la corporación despertó toda clase de reacciones, especialmente de la congresista Angélica Lozano que criticó la medida,  el nuevo presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, suavizó el problema y dijo que se trataba de un mal entendido.

Al parecer, la notificación a las trabajadoras es un trámite obligado antes de que se defina el nuevo contratista que prestará los servicios de aseo y mantenimiento mediante licitación pública.

La senadora Claudia López, que siguió de cerca la discusión entre sus colegas Lozano y Lizcano, ayudó a bajar los ánimos y prefiere esperar a que la disposición de la oficina de contratos de la Cámara solicite la continuidad de las empleadas con el nuevo contratista.

Sin embargo, hasta que no se surtan los trámites y no se conozca cual será el nuevo operador de aseo, es difícil predecir el futuro de las 67 trabajadoras que prestan sus servicios para la firma Serviaseo S.A., compañía contratista.

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