Este dos de abril se reactiva la mesa de conversaciones en Quito para avanzar hacia el acuerdo de paz, y alcanzar un nuevo cese al fuego bilateral es indispensable para ese objetivo, según lo anunciado por las delegaciones de paz el pasado 22 de marzo.

Días después, el jefe negociador del Gobierno, Gustavo Bell, resaltó que antes no se había trabajado más allá de seis semanas en los ciclos, y que el hecho que hayan decidido trabajar nueve semanas ininterrumpidas demuestra la voluntad de ambas partes para avanzar considerablemente en el desarrollo de la agenda.

Bell agregó:

“Esto implica una muestra inequívoca por parte del Eln y del Gobierno de trabajar intensamente para llegar lo más rápido posible para llegar a situaciones que hagan políticamente irreversible este proceso”.

En el nuevo ciclo se analizará la histórica tregua que terminó el pasado 9 de enero, con informes de la ONU y la Iglesia católica colombiana, para diseñar un nuevo cese de hostilidades.

Por su parte, el jefe negociador de la guerrilla, Pablo Beltrán, mostró su disposición a avanzar “lo más rápido posible” hacia un nuevo cese, “sacando lecciones del anterior”.

En este quinto ciclo de los diálogos de paz, ambas delegaciones seguirán avanzando, en el proceso de desminado, una de las grandes consecuencias del conflicto, entre otros puntos.

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El proceso de paz entre el gobierno y el Eln, que con 1.500 hombres se considera la última guerrilla activa del país, se reactivó tras una suspensión de más de dos meses, motivada por una espiral de violencia entre las partes que empezó el 9 de enero tras el fin de la histórica tregua de 101 días.

En el conflicto colombiano, el más largo de América Latina y con ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados, se enfrentan la fuerza pública, guerrilla y paramilitares. Además del Eln, quedan activos disidentes de las FARC y bandas armadas dedicadas al narcotráfico y la minería ilegal.

Además, desde hace semanas se vienen registrando enfrentamientos entre el Eln y un reducto de la desmovilizada guerrilla maoísta Ejército Popular de Liberación (Epl) en el noreste de Colombia, en la frontera con Venezuela, que han dejado cientos de personas afectadas en la zona.

Con AFP.