El 7 de octubre de 2015 la Escuela de Equitación del Ejército le dijo a Coldeportes que había usado el saldo sobrante de un convenio (más de 254 millones de pesos) para construir “el picadero descubierto de la escuela de equitación” y la ampliación de las pesebreras.

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Sin embargo, esos trabajos no estaban cobijados “dentro del objeto del convenio”, explica la Contraloría.

El ente de control, además, dice que las obras que se pagaron totalmente y que no fueron terminadas son “la instalación del acabado de piso, el cerramiento perimetral de las casetas para los jueces y la instalación de los puntos de conexión eléctrica para uso de los jueces durante las competencias”.

Además, el cableado de los postes que estaban cerca de cada caseta se dejó sin terminar.

Esas obras sí estaban incluidas dentro del convenio.

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