El Espectador lo abordó directamente con el tema del exfiscal anticorrupción Luis Moreno, detenido en el búnker de la Fiscalía en calidad de testigo contra los dos exmagistrados de la Corte Suprema de Justicia, señalados de recibir sobornos, y que fue nombrado durante la gestión de Eduardo Montealegre cuando fue Fiscal General.

Extrañamente Montealegre parece olvidar si pidió referencias de Moreno a Bustos o a Ricaurte, lo que sí está seguro es que el exfiscal anticorrupción se destacó por hacer un “trabajo muy serio” antes de ingresar a la Fiscalía.

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Y anotó que Moreno “nunca tuvo una asesoría directa en mi despacho ni ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones”.

La editora judicial de El Espectador, Diana Dirán, lo preguntó además sobre su amistad de marras con Bustos y Ricaurte; la influencia de los exmagistrados en el despacho del Fiscal General; sus visitas permanentes a la oficina de Leonidas Bustos; sobre el fortín burocrático en que se convirtió la Fiscalía bajo la influencia de la Corte Suprema y sobre los recomendados que terminaron en la nómina.

Estas son algunas de las respuestas que Eduardo Montealegre entregó a ese medio:

Sobre Leonidas Bustos:

“Yo conozco a Bustos desde años juveniles, estudiamos el bachillerato en el colegio San Simón de Ibagué (…). En la Corte Suprema obtuve una votación de unos 16 votos, muy seguramente él votó por mí”.

“Yo tenía todas las propuestas para la reestructuración de la Fiscalía y le informé a Bustos cuando era presidente, les iba contando permanentemente”.

Sobre las cuotas burocráticas

“Ningún magistrado de la Corte me exigió cuota alguna. Incluyendo a Ricaurte y Bustos, fueron muy respetuosos. Jamás incidieron en los nombramientos o en las decisiones de la Fiscalía”.

Sobre Francisco Ricaurte

“Lo conocí antes de ser fiscal, hace unos 15 años (…). Siempre fui buen amigo con Ricaurte, de mucho respeto, aunque no era una amistad íntima”.

Sobre Luis Moreno

“Yo tenía referencias del señor Moreno porque él hizo un trabajo muy serio de la casación penal en un libro. No lo conocía personalmente, pero empezaba a reconocerse como una persona de formación seria”.

“Es posible que yo haya consultado y pedido referencias, no sé si a Bustos o a Ricaurte”.

 

“Nunca me entrevisté con Moreno, creo que alguna vez en un acto público lo vi. Tampoco formó parte de mi círculo de asesores cercanos”.

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