Sin embargo, en julio del año 2000, el entonces senador del Partido Liberal perdió su investidura por narrar y comentar eventos deportivos, pues el Consejo de Estado determinó que él había violado el artículo 180 de la Constitución Política, que dice que los legisladores no podrán “desempeñar cargo o empleo público o privado”.

La sentencia del tribunal, citada en ese momento por el diario El Tiempo, no tuvo en cuenta el hecho de que Perea no cobrara por esas labores externas al Congreso y consideró que la remuneración no es un elemento necesario para “la configuración de la incompatibilidad”.

La decisión del Consejo de Estado generó entonces un debate sobre la participación de senadores en medios de comunicación: al no tener en cuenta el tema del pago, algunos temieron que el fallo se extendiera a cualquier actividad de legisladores en espacios periodísticos, como bien lo reseñaron Semana y El Tiempo en esa ocasión.

De hecho, un mes después de que Perea perdió su investidura, María Isabel Rueda, entonces representante a la Cámara, renunció a su curul porque en ese momento también se desempeñaba como columnista de Semana.

“No estoy dispuesta a correr el riesgo de que el Consejo de Estado resuelva despojarme de mi investidura y decretarme a mí también la muerte política, lo que me dejaría, ni más ni menos, en la situación de un congresista que ha cometido un grave delito”, expresó Rueda en su carta de renuncia, publicada en agosto de 2000 por la revista.

Rodrigo Rivera, que era senador cuando Perea salió del Congreso, también opinó al respecto en julio de 2000 y dijo a El Tiempo que el fallo del Consejo de Estado no podía llegar al punto de impedir que los legisladores se expresaran en medios escritos.

La entonces congresista Ingrid Betancourt, consultada por Semana, expresó en esa ocasión que la decisión afectaría la forma en la que se iba a hacer en el futuro política en Colombia: “Si vamos a estar sometidos a las maquinarias o a hacer política moderna que, necesariamente, debe pasar por los medios de comunicación”, dijo ella.

Hay que tener en cuenta que incluso hoy en día es común que congresistas asistan a programas de opinión como ‘Semana en vivo’, ‘Hora 20’, ‘Voces RCN’ y ‘En jaque’, entre otros.

Posteriormente, en 2003, Perea interpuso una acción de tutela contra el Consejo de Estado con el argumento de que el tribunal “le desconoció sus derechos fundamentales al debido proceso, de acceso al ejercicio de cargos y funciones públicas, de ejercicio y control del poder político, al trabajo, al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de expresión”.

La Corte Constitucional, finalmente, falló a favor del locutor deportivo y concedió “la protección de los derechos fundamentales” mencionados por Perea.

Eso significó, además, que el periodista deportivo quedaría habilitado para ejercer cargos públicos, como lo informó la Procuraduría en 2007.

De otro lado, Perea fue candidato a la alcaldía de Barranquilla en dos ocasiones: 2003, cuando quedó en segundo lugar, con 69.203 votos, y en 2007, año en el que consiguió 39.618 votos y fue derrotado de forma contundente por Alejandro Char, que obtuvo 223.580, según datos de la Registraduría.

Entre 2008 y 2011 ejerció como embajador de Colombia en Sudáfrica.

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