La casa de Gobierno era, exclusivamente, la oficina del mandatario Iván Duque de la que salía a altísimas horas de la madrugada directo a su apartamento en el norte de Bogotá, aseguró CM&. Después, el presidente optó por quedarse en  la casa privada del Palacio de Nariño durante tres o cuatro días a la semana.

No obstante, los días lejos de su familia resultaron insoportables, por lo que decidió, según le dijo él a Colprensa, citó el informativo, trastearse al Palacio de Nariño con su esposa, María Juliana Sandoval, sus hijas Luciana y Eloísa, y su hijo Matías.

“Le conmovía el alma que sus hijos lo llamaran y le preguntaran si iba a dormir en casa y él [Duque] les respondía que no”, aseguró el medio.

El jefe de Estado, desde su campaña electoral, manifestó que quería seguir viviendo en su apartamento para preservar el entorno de su hogar. Sin embargo, sus obligaciones como Presidente de la República le impiden llegar a tiempo a casa.

“Estoy ahí con un dilema grande porque, primero, a mí me gusta vivir en mi casa, levantarme en mi casa; y lo otro es que tengo un sindicato infantil en la casa… Porque los hijos, desde mi casa al colegio, se demoran 15 minutos. Si me los llevo para el centro [de Bogotá, donde está la casa de Nariño] se demoran casi una hora en llegar. Y están chiquitos”, dijo en una entrevista pasada a Caracol Radio.