El colectivo publicó las “inconsistencias”, mientras el alcalde Enrique Peñalosa busca que la comisión de Hacienda apruebe el proyecto de vigencias futuras por 6 billones de pesos para el metro de Bogotá.

Según el análisis del Polo Democrático, estas son las razones por las que no funcionará el metro:

  • El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y el Plan Maestro de Movilidad (PMM) están “desactualizados y no presentan relación con la primera línea del metro Tramo 1, presentado por la Administración Distrital”, señala el estudio.

“Hubo desconocimiento por parte de la Nación de las herramientas de planeación territorial y de  movilidad establecidas por ley, en su afán de aprobar y viabilizar el proyecto”, agrega.

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  • Según el partido, el trazado del metro aprobado en el POT es diferente al que se presenta actualmente, por lo que este sistema de transporte se convertiría en una red alimentadora de Transmilenio.
  • En el análisis aseguran que los “contratos administrativos que brindan los insumos para los estudios de factibilidad aún se están ejecutando”, por lo que ese estudio no sería el definitivo, sino “una muestra del estado actual del proyecto que no cuenta con certificación de la interventoría”. Esto, quiere decir que no tiene soportes para demostrar que es el proyecto factible que exige el Conpes.
  • La Nación no asumirá responsabilidades de financiación por sobrecostos si el proyecto no es idóneo, por esta razón, añade el análisis, el Distrito tendrá que asumir los riesgos. El Concejo de Bogotá deberá hacer el análisis detallado y riguroso para la aprobación de las vigencias futuras.
  • El Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) al hacer el análisis para la aprobación no determinó el valor real del proyecto de primera línea del metro (tramo 1), por no exigir los estudios técnicos, dice la publicación.
  • El proyecto de la primera línea del metro, según la publicación, “nació viciado desde la proclamación del Conpes, debido a que no se validaron los estudios de factibilidad y, además el procedimiento para la aprobación de las vigencias futuras”.
  • Existe desinformación del proyecto entre la población que habita en las zonas por las que pasaría. No existirían estudios para el impacto social.
  • Bogotá “requiere de un metro como medio de transporte con mayor eficacia en carga de pasajeros, velocidad e impactos ambientales”, indica el Polo.
  • Además, el escrito menciona que si revisan el metro con otras ciudades del mundo hay más ventajas de los metros tipo subterráneo y mayores los impactos negativos de los tipo viaducto.
  • Finalmente, el estudio concluyó que “existen asuntos de orden político” que estarían detrás del “afán de la Administración Distrital por la aprobación de este proyecto de acuerdo”.

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