Los controles serán obligatorios y se deberán hacer a todos los clientes para evitar, principalmente, el ingreso de armas de fuego y disminuir el número de muertes violentas en sus instalaciones, señaló Caracol Radio.

Las autoridades buscan adoptar esta medida porque en los moteles se han registrado “siete muertes en lo corrido de las últimas dos semanas. Entre las víctimas están cuatro mujeres, tres de ellas a bala por sus compañeros sentimentales”, agregó la emisora.

Luego de un análisis criminal hecho a cada acontecimiento, los investigadores de los casos, con apoyo de la Fiscalía, concluyeron que estos casos fueron feminicidios seguidos por suicidios, agregó El País, de Cali.

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La Policía advirtió que en los próximos días el personal de vigilancia de los moteles deberá estar dotado con equipos de detección de armas de fuego tipo garret, mientras las personas de la recepción están obligadas a informar al cuadrante de conductas sospechosas, indicaron los medios.

Además, los establecimientos tienen que advertir a sus clientes sobre la prohibición del porte de armas de fuego con avisos en la entrada del lugar.

Entre tanto, las autoridades también investigan la muerte de una mujer en el suroccidente de la ciudad, y buscan a un hombre “que llegó con la víctima, salió del establecimiento señalando que buscaba algo de comer y nunca regresó. La mujer, al parecer, habría muerto por asfixia”, indicó El Tiempo.

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