Ángel Antonio Rozo, que organiza estas incursiones, lidera la Corporación Congreso Nacional de Desplazados, a la cual pertenecen estas familias que van a Corabastos y unas 150.000 más en todo el país, publicó El Espectador.

Estas personas, por ejemplo, están acostumbradas a cortar las partes que aún no han sido descompuestas de las frutas, con cuchillo, para aprovecharlas al máximo, dice la nota del diario.

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También llegan, a estos contenedores de basura, 185 mujeres en condición de desplazamiento que en septiembre de 2015 se tomaron el Aeropuerto El Dorado para protestar por el incumplimiento en las ayudas que el Estado les ofreció. Hasta el momento no han recibido nada de lo pactado, declararon a Noticias RCN.

Según la concejala Gloria Stella Díaz, esta situación puede generar un problema de salud pública y añadió en el noticiero:

Revuelven desperdicios que podrían ser utilizados con comida que está completamente descompuesta y eso es lo que pone en riesgo la salud de todas estas personas”.

Una de las desplazadas dijo a este medio:

Que nos den las tierras, un proyecto productivo para seguir viviendo, porque aquí en Bogotá no hay absolutamente nada que hacer para nosotros.

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