El CAI fue construido en el costado oriental de la Carrera Séptima con calle 245, un tramo en el que está previsto hacer una ampliación de la vía. Por este motivo, y porque para la obra “no se solicitaron los permisos ante la ANI para su construcción”, deberá ser demolido, informa la Personería de Bogotá, en un boletín.

De acuerdo con el órgano de control, hay “irregularidades en la ejecución de la obra, ya que el Fondo de Vigilancia no realizó los estudios previos que exige el proceso contractual para asegurarse de que el predio donde iba a ser construido el CAI, no fuera a afectarse por la ampliación de una vía del mismo sector”. Esto, dice, pese a que hay una concesión desde 1994 para adelantar esa ampliación.

Pero esta no es la única irregularidad ya que, según la Personería, la Policía no quiso recibir el CAI (en noviembre de 2015) por “incumplimiento en el contrato” y por otros detalles relevantes:

  • Retraso de 64 días en la entrega.
  • Desprendimiento del manto impermeabilizante de la cubierta.
  • No se diseñaron rampas de acceso vehicular.
  • La vía de acceso peatonal no se encuentra terminada.
  • No cuenta con servicios públicos.
  • No existe medidor de energía ni de agua.
  • No hay vía de acceso para realizar mantenimiento al sistema séptico.
  • La pintura interna general está mal aplicada. Presenta parches y manchas.
  • El marco metálico de la ventana blindada principal y los pisavidrios, están mal instalados.
  • El mesón en granito pulido, presenta desniveles y malos acabados.
  • El vidrio blindado de la puerta principal, presenta una fisura.

Por eso, el órgano de control anuncia que se abrió un proceso disciplinario para encontrar responsables.

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