Para despistar a los vigilantes, los delincuentes hicieron que el niño, que lucía ropa deportiva y llevaba un balón de fútbol, se quedara en la entrada del establecimiento, contiguo a un centro comercial, con una mujer que fingía ser su madre, reportó El Espectador.

Entretanto, los bandidos ingresaron a la bodega donde eran almacenados los teléfonos móviles y se los llevaron en varias maletas. Cámaras de seguridad registraron la escena.

“Ingresaron con toda la calma del caso y hurtaron aproximadamente 360 celulares con un valor de unos $600 millones. Lo que más nos sorprende es que utilizaron un menor de edad junto con una mujer, que aparentaba ser su madre”, señaló la abogada de los comerciantes afectados a Noticias Caracol.

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Por el momento, las autoridades examinan las grabaciones con el fin de capturar a los responsables.

Por su parte, el experto en seguridad Luis Anaya aseguró al noticiero que en el tercer trimestre del año, los delincuentes “se abastecen” de celulares para comercializarlos en temporada alta, es decir, a finales de año.

 

 

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