Pese a que el magistrado del Tribunal Superior de Manizales (Caldas) dejó en firme la condena contra Ricardo Enrique González Tovar, hizo una modificación para que no vaya a la cárcel sino que permanezca en una clínica para un tratamiento psiquiátrico, informó La Patria.
“Debe ser trasladado de inmediato y permanecer por 10 años o hasta cuando se establezca la rehabilitación mental del sentenciado. Surge necesario hacerle un llamado al Inpec, atendiendo las quejas del abogado defensor, César Augusto López, para que se le preste la atención médica requerida a González Tovar, pues en varias ocasiones ha atentado contra su vida”, dice el fallo en un aparte, que cita el medio regional.
Además, el tribunal argumenta en su concepto que el procesado padecía depresión, desde 2008, y que esta evolucionó debido a la separación de su esposa.
“En su última etapa, de fase patológica, llegó a su pico más alto ese 21 de junio (2011). Trastorno mental transitorio que, para el momento de los hechos, impidió su capacidad de comprensión y autodeterminación. El reclamo frenético y airado de la sociedad y de las víctimas no puede servir como base del análisis probatorio”, advierte el fallo.
La decisión dejó satisfecho al abogado defensor de González Tovar, pero no a la madre de las dos niñas que sobrevivió a las más de 26 puñaladas que le propinó el hombre, pues ahora teme que cumpla las amenazas que le ha hecho desde la cárcel, según denunció en Caracol Radio.
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“Él planeó todo, no descuidó ni un solo detalle. Después de matar a mis niñas intentó quitarse la vida y cuando lo estaban socorriendo dijo que lo dejarán morir porque él sabía que iba a ir a la cárcel”, manifestó a la emisora, hace unas semanas, Luz Stella Forero.
Las menores, según registró la Fiscalía en un boletín, tenían 10 y 15 años de edad, y fueron apuñaladas dentro de una vivienda en Puerto Salgar (Cundinamarca).
La sentencia será leída el próximo cinco de septiembre para que las partes se notifiquen, y para que la víctima pueda hacer uso de los recursos estipulados por ley.
En este informe de CM&, de julio de 2017, la mujer narró lo sucedido y advirtió que el hombre la seguía llamando:
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