Testimonio de Andrés Sepúlveda “es un recordatorio de cuánto ha crecido el espionaje político desde la época del escándalo de Watergate”

Andrés Oppenheimer cita las recientes confesiones del ‘hacker’, en las que “afirma haber influenciado — si no manipulado — los resultados de elecciones recientes en México, Colombia, Nicaragua, Panamá, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Venezuela” y considera que podríamos denominar “los correos electrónicos y otros documentos que tiene en sus manos el pirata cibernético” como ‘Los papeles de Bogotá’.

“Más allá de hasta dónde sea cierta la historia de Sepúlveda, su testimonio debería hacer sonar las alarmas. Es un recordatorio de cuánto ha crecido el espionaje político desde la época del escándalo de Watergate, y de cuán poco sabemos sobre el uso político de campañas anónimas de difamación en internet con datos totalmente inventados”, opina el periodista argentino.

La columna de El Nuevo Herald concluye sugiriendo “evitar la regulación gubernamental de las redes sociales. En su lugar, deberíamos luchar contra la basura en internet promoviendo websites de verificación de datos tales como Politifact.com y factcheck.org, que verifican lo que dicen los políticos y lo califican según su nivel de veracidad”.

Para el Gobierno, el problema no es que se cometan delitos, sino que se difundan por las redes sociales

Es la conclusión a la que llega el editorial de El Espectador, analizando un debate propuesto en un foro por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, donde dijo que las redes sociales se convirtieron en “una nueva arma de guerra y de terror”.

El ministro puso de ejemplo el reciente ‘paro armado’ del Clan Úsuga, durante el cual “las redes sociales informaron al país sobre lo ocurrido, causando temor en la población”.

El medio compara las ideas de regulación de las redes sociales con “la necesidad de limitar la información que los medios de comunicación pueden difundir” y la considera “censura estatal”.

Para El Espectador, “queda en el aire la sensación de que al Gobierno lo que le incomodó fue que los reflectores de la opinión pública se posaran sobre un tema negativo, y no que su preocupación sea el bienestar de los colombianos”.

“Es mentira que el fútbol sea cosa de equipos: es cosa de individuos”

“Del mismo modo que la sístole de Messi se ha disparado, positivamente, la diástole de Cristiano; como si el fado se hubiera convertido en tango o viceversa”, describe Juan Cruz. “Lo cierto es que funciona la música del portugués, vibrante como esa parte última del Bolero, y se ha atenuado el tango triste de Messi, como aquel tango de la famosa novela de Pérez-Reverte, ‘El tango de la Guardia Vieja’”.

El columnista de As, notoriamente hincha del Barcelona, considera que “que se ha ensombrecido el number one, Lionel Messi, acosado quizá por dentro y por fuera. No, no lo puede resolver un psicólogo, aunque no vendría mal que el equipo contratara a uno para explicarnos desde dentro lo que vemos desde fuera. Lo puede resolver una victoria, una buena jugada, un gran gol. Esa es la medicina de Messi, este individuo”.

Señores Procurador, señor Presidente de Fedegan, ¿cómo es posible que ustedes insistan en que no es necesario la reparación y la restitución de tierras?

Miky Calero cita varias estadísticas para argumentar por qué Colombia es un país desigual, en el cual la paz nunca llegará si se sigue viviendo de esta manera. Mientras “33,8 millones de hectáreas son utilizadas para ganadería, solo 8,5 se trabajan para agricultura”.

Además, el columnista reconoce que la falta de educación y el desplazamiento en el campo son los mayores problemas que enfrenta el país, ya que el 15 % de los campesinos son analfabetas y el 83% de estos niños no van al colegio.

Los colombianos miran con complicidad los abusos sexuales contra los menores de edad

Con el reciente caso del ex Cónsul de Colombia en República Dominicana sobre abuso sexual a menores, el columnista de El Heraldo Diego Marín Contreras pone en tela de juicio permisividad que se tiene sobre el tema en el país.

En Colombia “Hablamos de Uribe y de Santos, de Iglesias, que es tan “malo”, cuando no resulta para nada distinto a no pocos señores que están sentados en la tienda de la esquina, y cuyas miradas libidinosas, cuando pasan menores de edad, son muy parecidas a las de Iglesias”.

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