La pantalla del Senado mostró 49 votos. Sin embargo, es de aclarar que ahí no aparece el de Roberto Gerlein, “que nunca usa el sistema electrónico”, explica el congresista Antonio Navarro Wolff.

Para aprobar una reforma como esta se necesita la mitad más uno de los votos. El Senado dijo que la iniciativa no alcanzó los votos necesarios, pues ese órgano legislativo tiene 102 miembros.

Sin embargo, para el Gobierno, a la hora de votar, se deben contar a los senadores activos, y como hay tres en prisión, serían 99 y no 102.

Entonces, con 99 senadores, la cifra de aprobación, sin aproximaciones, sería 50,5 votos.

Al respecto, Guillermo Rivera, ministro del Interior, cita dos sentencias de la Corte Constitucional (C-784 de 2014 y SU-221 de 2015) para explicar que en casos como este, cuando el número de congresistas es impar, “basta con obtener la mitad de los votos“, de modo que la aproximación se hace con el siguiente número.

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En ese sentido, según Rivera, el número mínimo para aprobar las 16 curules para víctimas es 50.

Por esa razón, el ministro le pidió al presidente del Senado, Efraín Cepeda, que le envíe la reforma constitucional aprobada para promulgarla.

En este caso, se daría vía libre a que las víctimas tengan 16 curules fijas en Cámara durante 8 años, es decir, desde 2018 hasta 2026.

Esta es la carta:

Y este fue el primer tuit del Senado sobre estas curules. Como se ve, dijeron que estas no habían sido aprobadas.

Las bancadas de Cambio Radical y del Centro Democrático no participaron en la votación. Tampoco lo hicieron los senadores conservadores Nadya Biel, Norma García, Luis Sierra, Olga Suárez Mira y Fernando Tamayo.

El Polo y la Alianza Verde votaron a favor. Todos los liberales también respaldaron las curules especiales, excepto tres: Sofía Gaviria (no votó), Luis Fernando Velasco (no votó) y Viviane Morales (votó en contra).

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