El brote de aftosa fue confirmado por el laboratorio del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en ocho predios del municipio de Yacopí (Cundinamarca), y el número de animales afectados asciende a 134.

A raíz de esta alerta, el ICA emitió un comunicado en el que ordenó extender la cuarentena de manera preventiva a Yacopí, Caparrapí, La Palma, Topaipí y Puerto Salgar (en Cundinamarca), a La Dorada (Caldas), Puerto Boyacá (Boyacá), Puerto Triunfo, Puerto Nare, Puerto Berrío y  Sonsón parte baja (en Antioquia), y Cimitarra y Bolívar (en Santander), por un mes inicialmente.

“(…) Reiteramos el llamado a los ganaderos y a la industria cárnica para que trabajemos unidos con el fin de sacar adelante todas las medidas sanitarias que conduzcan a la erradicación de la aftosa en Yacopí”, manifestó el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, citado en el boletín.

Pese a que el Gobierno informó que el foco de fiebre aftosa detectado el pasado 24 de junio en una hacienda ganadera de Arauca, en la frontera con Venezuela, ya fue controlado, varios mercados de Europa y América empezaron a devolver los envíos de carne y a poner restricciones ante la creciente amenaza.

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Los más recientes fueron Rusia y Chile, países en donde la carne colombiana fue rechazada por los organismos de control.

“Ya nos habían notificado de restricciones en mercados que habían sido conquistados con mucho trabajo, como lo son los de Ecuador, Perú, Panamá. Incluso, nuevas ofertas que marchaban bien en mercados pequeños como Aruba están en riesgo”, explicó el director ejecutivo de Asoganorte, José De Silvestri, a Caracol Radio.

Así las cosas, la declaración de cuarentena prohíbe la salida o ingreso de animales para el sacrificio y de vehículos que los transporten. Además, permite al Instituto agilizar los procesos de control y erradicación del virus.

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