El fenómeno está desbordado. A diario son aprehendidos 50 menores de edad en flagrancia, hay impunidad y la resocialización es casi un saludo a la bandera porque solo el 10 % de los menores pasan a Internamiento Preventivo, señala un informe de Semana que recoge las últimas estadísticas que existen sobre pandillismo.

El problema está presente en las principales ciudades del país y está aumentando su poder intimidante. La ciudadanía se siente acorralada y no valen las miles de denuncias diarias porque el sistema está saturado, destaca la misma publicación.

En 2009, el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez indicó que en Bogotá había 12.000 jóvenes, entre los 9 y 28 años, que pertenecían a alguna pandilla.

Sin embargo, la cifra actualizada es casi imposible de calcular ya que las fuentes estatales manejan datos muy diferentes, según la revista.

Por eso resulta más confiable el reporte diario de la Policía que debe afrontar las manifestaciones violentas o delictivas que se presentan en las urbes.

El columnista Luis Noé Ochoa advirtió a comienzos de noviembre de este año, que tal como está la situación, el Gobierno debería a empezar a pensar en una mesa de diálogo (que vendría con una mesa de comida) para atenuar la delincuencia juvenil:

En este año, que ya alista maletas, han sido detenidos 300 menores por asesinato. Sisas, parceros. Y por diferentes delitos, en este mismo periodo van aprehendidos 17.626 menores de 18 años. Cada día, en promedio, son capturados 57 de ellos delinquiendo. O sea…”.

Estas cifras superan por poco a los 7.500 guerrilleros de las Farc (sin sumar su red de milicianos que llegaría a los 10.000) que se presume se desmovilizarían después de que, por fin, se refrenden los nuevos acuerdos con esa guerrilla, destacó El Espectador.

Mientras que el presidente Santos ha dicho, apunta el mismo diario, que la sociedad puede “absorber una cifra como esa”, lo cierto es que la delincuencia común, que está conformada por miles de jóvenes y adolescentes armados y dispuestos a todo, se financia con la plata proveniente del microtráfico que llegaría a los 6 billones de pesos, señala El Tiempo.

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