Los dos hechos se inscriben en la ola de inseguridad que sacude a la capital colombiana y que tiene atemorizados a los bogotanos y en jaque a las autoridades. La situación ahora, además, por la resonancia que le da el diario español, tiene repercusión en Europa.

El artículo, escrito por Ana Marcos bajo el título ‘El Rolex que retrata el doble rasero de la justicia en Bogotá’, plantea que la rapidez con que las autoridades resuelven “crímenes a ciudadanos ricos” abrió un debate “sobre la desigualdad”.

Marcos compara el despliegue policial (40 uniformados en moto, a pie y con perros) en el barrio Rosales para “tranquilizar a los vecinos que en las últimas semanas se habían levantado con las noticias de dos robos de coches a tiros y un atraco en un restaurante” con lo que pasó en el barrio Kennedy, en donde los uniformados llegaron “unos 20 minutos después” de que un joven fuera asesinado para robarle su bicicleta, pero además encontraron a uno de los asesinos “ensangrentado”, porque “los vecinos se habían tomado la justicia por su mano”.

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“Las dos escenas son desgraciadamente comunes en la capital de Colombia”, asegura Marcos, y vuelve a su comparación al reseñar que el caso de la mujer embarazada a la que le dispararon para robarle el carro y el del hombre al que le hurtaron relojes Rolex ocurrieron en un barrio de estrato 6, “es decir, de alto poder adquisitivo”. Y remarca que “en menos de 24 horas, el ciudadano recuperó sus Rolex”.

Para Marcos, las autoridades actuaron con celeridad y diligencia, porque ese lugar es “el granero de votos, además, del actual alcalde Enrique Peñalosa (en su elección a finales de 2015, ganó en las siete localidades del norte y en cinco de ellas arrasó con más de 10 puntos de ventaja a sus rivales)”, y agrega que los delincuentes que le dispararon a la embarazada ya están en la cárcel “y parece que se van a quedar ahí durante un largo tiempo”.

En cambio, destaca que el estudiante del barrio Kennedy “solo pretendía llegar a clase” y “vive en el sur […] en casas de estrato uno y dos, la parte de Bogotá destinada a los humildes”.

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