En entrevista con la revista Semana, Gaviria dijo que veía “una obsesión en mostrar lo malo, sobre todo en televisión, que se convirtió en una versión de ‘El Espacio’: la primera página, sangre; la contracarátula, soft porno; y la mitad, relleno de dramas y más sangre”
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Gaviria y otro artículo de Semana sobre el pesimismo atribuyen parte de la explicación del fenómeno a la polarización política del país y a la corrupción, entre otras causas. Así mismo, a la existencia de las redes sociales, en la que lo negativo se propaga más fácil.
Lo paradójico es que son los políticos los que más jugo le sacan a la fracasomanía.
La indignación está sustituyendo el pensamiento, es como si nadie quisiera entender el contexto y analizar lo que está ocurriendo”.
Gaviria asegura que no se trata de invitar a complacencia, porque hay muchos problemas, sino a la objetividad.
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