Según el hombre que lideró la restauración de la obra, Hermes Carmona, el proceso se hizo como pago de una deuda que su familia tenía con la comunidad de este pueblo ya que su abuelo, que para esa época era secretario de gobierno en Polonuevo (Atlántico), ordenó destruirla debido a varios acontecimientos trágicos que ocurrieron, informó Caracol Radio.

“Es una historia que nos ha marcado a los polonueveros durante más de 50 años”, manifestó Carmona a la emisora, en donde resaltó que desde la destrucción de la estatua varios habitantes del pueblo le atribuyen tragedias y sucesos negativos.

Pero no toda la comunidad cree que la reparación de esta obra traiga beneficios a Polonuevo, por lo menos no para sus habitantes, pues consideran que hay quienes buscan un crédito político con este mito.

“La comunidad hace un rechazo a esta imagen debido a que irrespeta las creencias del municipio y las personas detrás de ella buscan protagonismo político”, aseguró un habitante a El Heraldo.

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Esta escultura, a la que varios le atribuyen las desgracias del pueblo, fue creada por Leonor Martínez luego de que su esposo, con el que se casó en la iglesia de Polonuevo, muriera en 1959.

Con la idea de sobrellevar esta pérdida, la mujer decidió rendir un tributo a Aníbal Martínez y tomó como molde el cuerpo de un primo y le puso el rostro de una mujer del pueblo con la que sentía confianza, agregan los medios.

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