“En resumen, si algún pastor quiere hacer política, que se baje del púlpito a la curul, pero sin mezclar estos dos muebles”, sostuvo Silva en una entrevista con Cecilia Orozco en El Espectador.

Esto en alusión a que varios pastores cristianos decidieron sumarse a la campaña por el ‘No’ del plebiscito asumiendo un inexplicable rol político y, en algunos casos, empleando argumentos carentes de sentido.

Al respecto, Silva anotó que desde el comienzo su iglesia (Casa Sobre la Roca) puso distancia con relación a quienes “manipulaban las sagradas escrituras con fines políticos” empleando para ello lenguaje “agresivo y condenatorio” con el que se intimidó al electorado en ciertas regiones del país.

Además, no prestó importancia a las versiones que indican que la campaña por el ‘No’ puso mayoría de votos cristianos ya que, según él, muchos de sus fieles le aportaron también al ‘Sí’ su voto de confianza.

Pero eso sí destacó que existieron factores indirectos que determinaron el curso final del plebiscito el 2 de octubre, entre ellos el debate por las cartillas de educación sexual del Ministerio de Educación, el matrimonio igualitario y la “ideología de género”, entre otros.

“La famosa cartilla era un exabrupto que el propio Gobierno decidió retirar; el llamado “derecho de aborto” no era asunto del poder ejecutivo sino del judicial y su única relación con el Acuerdo de Paz es que lo hizo abortar; la “ideología de género” se está revisando. Todo eso formó un coctel molotov”, sostuvo Silva a Cecilia Orozco.

Por otra parte, mantuvo su respaldo al proyecto de referendo de la senadora Viviane Morales para frenar la adopción de parejas del mismo sexo y la postura de que “la autodeterminación de los miembros de las minorías deben ser garantizadas siempre y cuando esas minorías no pretendan imponer su modus vivendi a las mayorías”, lo cual resume la posición unificada del cristianismo respecto a la diversidad sexual en el país.

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