Con esto se desvirtúa la versión de que en la violación participó otra persona, sugerida, por ejemplo, por el columnista de La República Jorge Hernán Peláez, que aseguró que había al menos dos registros dentales en las mordidas del rostro de Yuliana.

Con esa evidencia, la Fiscalía dice tener “la total certeza” para, con una teoría sobre este caso, pasar a la etapa de acusación “respecto a la autoría de este señor [Rafael Uribe Noguera] en el homicidio, el secuestro y la tortura” de Yuliana Samboní, declaró Luis González León, director nacional de seccionales de la entidad, en rueda de prensa, este lunes.

La niña apareció muerta en el apartamento del arquitecto, el pasado domingo 4 de diciembre, después de la familia de la niña denunciara su secuestro en el cercano barrio Bosque Calderón.

Con esta afirmación de Medicina Legal queda claro que fueron infructuosos los esfuerzos de los “terceros” que intentaron alterar la escena del crimen para desaparecer la evidencia de que Uribe Noguera, en efecto, abusó sexualmente de ella, la torturó y la asesinó.

De acuerdo con lo revelado en días pasados, el cuerpo de Yuliana fue lavado y cubierto con aceite de cocina, y su ropa, ocultada en la cisterna de uno de los baños del apartamento.

Por esta alteración de la escena del crimen, la Fiscalía llamó a declarar los hermanos de Rafael, Catalina y Francisco, este último, un prestigioso abogado de la firma Brigard & Urrutia.

Se sospecha que para todo esto los ‘terceros’ contaron con asesoría legal de abogados aún no identificados, incluso, habían sugerido que Rafael consumiera una sobredosis de cocaína y alcohol y fuera llevado a la clínica psiquiátrica Monserrat, para argumentar que estaba fuera de sus cabales cuando cometió el crimen.

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