Como parte de los preparativos de la visita del papa Francisco a Colombia, del 6 al 10 de septiembre, la Iglesia colombiana quiso sintonizarse con el mensaje del pontífice y fue en busca de los creyentes a un centro comercial del noroeste de la capital.

Una veintena de sacerdotes confesaron a los fieles de manera simultánea en el segunda planta del lugar. Sentados en hilera, en modestas sillas de plástico, escucharon a los penitentes mientras abajo comenzaba a girar un carrusel infantil.

“Es novedoso y sorprendente. Como sacerdote mexicano, me llama la atención que dentro de un centro comercial se pueda realizar un evento tan importante”, dijo a la AFP Efren Velásquez, de 45 años, uno de los participantes.

Este religioso, que llegó a trabajar con el Consejo Episcopal Latinoamericano en Bogotá, cree que la Iglesia latinoamericana está “acogiendo muy bien” la prédica de Francisco a favor de una institución más activa, que salga a la periferia e interceda por los más pobres.

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“No hay que esperar a que la gente llegue a los templos, sino que hay que ir a buscarla. Y los centros comerciales son unos lugares donde las familias llegan por cantidades. Verdaderamente, nos estamos convirtiendo en una Iglesia en salida”, destacó.

La jerarquía católica ya había organizado una actividad similar el año pasado, pero esta vez, además de confesar en medio de comercios, presentó un espectáculo con curas cantantes y monjas bailarinas.

También estaba previsto el lanzamiento del “himno” de la visita del papa, “Demos el primer paso”, una canción que mezcla el rap y el vallenato pop.

“Muchos se quedan con la idea de que la Iglesia católica es aburrida, y no la conocemos, no conocemos la alegría del evangelio”, dijo Paola Cuellar, una estudiante de ingeniería de sistemas de 25 años.

Cuellar hizo la fila y esperó su turno para confesarse. Al salir expresó a la AFP su emoción por la próxima visita de Francisco, quien apoyó el acuerdo que selló la paz con las Farc, la mayor guerrilla de Colombia, después de medio siglo de conflicto armado.

“Este papa ha llegado a juntarse de oveja, a oler a oveja y lo ha hecho con los jóvenes”, agregó.

Mirian Aguilera, de 55 años y desempleada, volvió a confesarse después de varios años. Ahora cree que la misa debe celebrarse en un centro comercial, en un parque o en cualquier espacio público. “Dios está en todas partes, no solamente en las iglesias”, comenta.

Con AFP