Si bien Gustavo Villegas argumentó que esa reunión se dio porque una empresa de su familia estaba siendo víctima de una extorsión (150 mil pesos), el juez tuvo en cuenta el reproche que hizo la Fiscalía en torno a que el exfuncionario omitió haber denunciado la situación, informó El Colombiano.

Por eso, y por haber aceptado su responsabilidad, Villegas fue condenado a 33 meses de prisión y una inhabilidad de 81 meses para ejercer funciones públicas.

Esto, según el medio regional, le impide a Villegas volver a ejercer su cargo como secretario de Seguridad de Medellín, y tampoco podría “presentarse a las próximas elecciones para la alcaldía, como presuntamente lo pretendía”.

El fallo condenatorio será leído el próximo 6 de marzo, y ese día se conocerá si el procesado puede pagar parte de esa pena en detención domiciliaria. Villegas está recluido en la cárcel de Yarumito desde julio de 2017.

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Lo que llama la atención de esta condena, según la revista Semana, es que los dos cargos por los que fue condenado no son los mismos que en un principio le imputó la Fiscalía, y por los que fue detenido inmediatamente: concierto para delinquir y nexos con el crimen organizado.

Además, la Fiscalía también dijo en julio de 2017 que tenía fotos e interceptaciones telefónicas para demostrar que el exfuncionario buscaba, supuestamente, favorecer a cabecillas de esa organización que estaban presos.

En una de esas pruebas, que conoció El Colombiano, se escucha aparentemente cuando Villegas dice: “Ayúdeme con los fleteros, que le bajen a eso, porque ayuda mucho para lo que sigue”.

No obstante, las dudas se aclararán con la lectura del fallo condenatorio.

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