“La victoria del ‘no’ demuestra que el expresidente Uribe tiene una capacidad de convicción popular irresistible”: Miguel Ángel Bastenier, en El País de España

He de reconocer que creía que ganaría el ‘sí, aunque esta es la primera vez que lo digo públicamente, pero sí había una evidencia que, de nuevo, dice mucho sobre quién es Álvaro Uribe Vélez: en el ‘no’ había muchísimo pueblo, tanto o más como ‘gente fina’ en el ‘sí’ […] De nuevo, la pugna era Uribe contra Santos y parece seguro que si el expresidente se hubiera podido presentar en las últimas elecciones a la jefatura del Estado habría ganado y adiós proceso de La Habana”, dice Bastenier.

“La inesperada decisión de los colombianos de dar la espalda a la paz sólo es comparable a la que llevó a los británicos a salir de la Unión Europea”: Víctor Beltri, en Excélsior de México

“O a la que puede encumbrar los deseos de un impresentable en los Estados Unidos. Procesos cuyos resultados atentan contra el sentido común y que no son sino el resultado de una democracia que -siguiendo al pie de la letra la teoría política aristotélica —terminó por deslizarse hasta la demagogia. Hoy, la democracia pierde credibilidad —a pesar del buen funcionamiento de sus procesos— porque se ha convertido en un instrumento más útil a los proyectos personales que a la implementación efectiva del bien común: el abstencionismo que ha condenado tanto a ingleses como a colombianos no es sino una prueba fehaciente de la derrota del sistema democrático actual”, opina Beltri.

“¿Por qué una fracción de más de la mitad de los votantes […] rechazan la oferta de paz y la inversión y prosperidad que podría traer?”: Isabel Hilton, en The Guardian

“La larga historia de Colombia de violencia y su torturada política ofrecen muchas explicaciones: Santos no es personalmente popular y al ponerse a sí mismo y al comandante de las Farc al frente y en el centro del acuerdo […] alejó tantos votantes tanto como los atrajo”. comenta Hilton.

“La incertidumbre ante el resultado y el futuro siembran de sombras el futuro inmediato de Colombia”: El Comercio de Ecuador

“El escenario más extremo sería que el grupo narcoterrorista vuelva a la clandestinidad y retorne a la montaña. La guerra de 52 años pudiera reanudarse […] Colombia deberá emplear gigantes recursos en nuevos intentos que no prometen un final inmediato. Santos ha hecho una convocatoria a todos los sectores, incluido el que promovió el No, y habrá que esperar los resultados”, dice el editorial del diario ecuatoriano.

“En resumen, ganan quienes apostaron a pronlogar el conflicto”: Gabriel Guerra, El Universal de México

“Pierde en primerísimo lugar el mismo Santos, que sin necesidad de someterse al referéndum se topa con un rechazo mínimo, pero determinante. Apostó todo a los acuerdos y deberá ahora tratar de encontrar una ruta para conservar lo alcanzado e impedir que los halcones de ambos bandos echen todo por la borda”, argumenta este columnista.

“Las opciones que se abren ante lo acontecido son pocas y parecen complejas”: Emilio Cárdenas, La Nación de Argentina

“La posible renegociación del acuerdo de paz, si ambas partes efectivamente la intentaran, parece una alternativa de final incierto. Las clausulas que -para muchos- parecen conferir no sólo impunidad, sino privilegios excesivos a los líderes de las FARC y son -por ello- objetadas, son precisamente aquellas que esos líderes consideran centrales. Especialmente las que tienen que ver con su responsabilidad por los aberrantes crímenes cometidos contra civiles inocentes todo a lo largo de más de medio siglo. Y con el castigo correspondiente”, comenta Cárdenas, exembajador de Argentina ante la ONU.

“Era una solución demasiado sencilla para una situación demasiado compleja”: Claudio Jacquelin, La Nación de Argentina

“Sin dudas, a alguien se le pasó por alto cómo se llegó a este estadio en el que la guerrilla más antigua de América aceptó negociar. Si se arribó a esta instancia es porque las FARC hace tiempo que están derrotadas […]. Por eso, parece una ingenuidad o el fruto de un proceso casi patológico de negación de la historia reciente pensar que quienes le dieron carta libre al gobierno para combatir a la guerrilla sin preocuparse por los derechos humanos de los miembros de las FARC ahora estuvieran dispuestos a concederles, sin más, derechos civiles y políticos”, dice Jacquelin en el diario argentino.

LO ÚLTIMO