Incómodo y en fuera de lugar: así fue la gira internacional del presidente Trump

El editorial de El Tiempo se concentra en hacer un balance de lo bien y lo mal que le fue al mandatario en su primer periplo internacional en el que, en más de una ocasión, dejó ver que su intención era la de sentar unas bases políticas controvertibles con medio mundo y sacar provecho mediático de todo ello. Sin embargo, no todo salió como lo esperaba (salvo la millonaria venta de armas que hizo a Arabia Saudí) y al final un nuevo escándalo vinculado a Rusia empañó su primera gira en calidad de presidente de los Estados Unidos.

Pero en Europa rechinaron los dientes. No abundaron las sonrisas del papa Francisco cuando lo recibió en el Vaticano, y las tensiones afloraron en la Otán cuando regañó a 23 de 28 países porque su gasto militar no supera el 2 por ciento del PIB, los acusó de no pagar las deudas a la Alianza (las contribuciones son voluntarias) y no dijo la frase mágica: expresar su compromiso con el artículo 5 del tratado, según el cual un ataque contra un miembro es considerado un ataque contra todos. Pese al mal ambiente, sumó otro logro: conseguir un mayor involucramiento de la Otán en la lucha contra el terrorismo del Estado Islámico”.

Las encuestas son el arma perfecta para manipular las masas

La periodista Paola Ochoa dirigió una poderosa diatriba en El Tiempo contra quienes financian y diseñan las famosas encuestas preelectorales en el país y que, a decir de la columnista, sirven para “moldearnos el cerebro de los colombianos desde bien temprano” a un año de realizarse la gran encuesta electoral, la que sí vale, para elegir al sucesor del presidente Santos.

Ochoa afirma lo siguiente:

Y la razón es elemental, mi querido Watson: nadie quiere seguir metiéndole plata a un candidato sin estar seguro de que tiene al menos un buen chance de llegar a la segunda vuelta. Y entre esos que financian a los candidatos están los dueños de los medios de comunicación, que tienen el poder de contratar encuestas que se ajusten a su chequera. Porque las encuestas se manipulan desde antes de hacerlas, dependiendo de lo que les convenga”.

A Santos hay que hacerle un paro para que firme y 5 para que cumpla

El exsenador Juan Lozano destacó en su habitual columna de los lunes en El Tiempo la manera tan irrespetuosa con la que el gobierno Santos retiró su apoyo a la iniciativa que buscaba reducir al 4 % los aportes en salud de los pensionados en Colombia. Dice Lozano que es inadmisible que el Presidente haya calificado a este sector de la población como una “cúpula elitista y privilegiada” que puede ser susceptible de “nuevos tributos e incluso de recortes en sus asignaciones”.

Lozano dice:

Su único pecado fue trabajar, trabajar y trabajar. Eso les ha valido que hoy, los economistas del régimen los acusen de integrar una élite sobreprotegida que recibe demasiado, como si los políticos ladrones o los tecnócratas ineptos hubieran sido ellos, como si ellos hubieran repartido la ‘mermelada’ o como si ellos hubieran cometido los errores, abusos y delitos que hoy tienen las arcas públicas resteadas. A la hora del tarjetón, en medio de las angustias electorales del 2014, para pedir sus votos, los pensionados no eran una casta privilegiada y merecían respaldo”.

Portazo del Gobierno a pensionados es una medida aceptable, dice El Espectador

El diario expresó su apoyo al Gobierno Nacional para tumbar la medida que buscaba reducir el aporte en salud de los pensionados del 12 % al 4 % acudiendo a razones económicas muy poderosas como la de recibir un impacto fiscal de $2,3 billones que hubiera afectado gravemente las ya malogradas finanzas del sector de la salud en Colombia. El Espectador admite que será muy difícil defender esa posición editorial respecto al proyecto de ley que fue objetado como inconstitucional, pese a ser una de las grandes promesas de campaña que lanzó el presidente Juan Manuel Santos.

La pregunta, entonces, es si por beneficiar a poco más de un millón de pensionados vamos a permitir que se agraven aún más las finanzas del sistema de salud del que dependen todos los colombianos, incluyendo, claro está, los mismos pensionados”.

No hay espacio para el pesimismo en Colombia

El presidente de ProColombia, Sergio Jaramillo, le hace caso al presidente Santos y habla en su columna de este lunes en El Tiempo sobre las razones económicas por las cuales los colombianos deberían enterrar el pesimismo en relación al futuro del país.  Dice el ejecutivo que Colombia es una nación con buena calificación internacional y un futuro promisorio para las empresas exportadoras. Esto, al menos, es lo que sostiene el hombre en cuyos hombros recae la gran parte de la responsabilidad de las exportaciones de los empresarios.

Para destacar de su columna, el siguiente aparte:

Esa percepción internacional de Colombia como una historia de éxito y ejemplo de trasformación tiene fundamentos sólidos. Hoy vivimos en un país significativamente mejor que el que teníamos en el pasado: la clase media, base de una economía estable y saludable, crece y representa el 30,5 por ciento de la población; más de cinco millones de personas salieron de la pobreza en la última década, y el desempleo se mantiene en un solo dígito por año completo, por mencionar algunos de los indicadores”.

¿Bogotá tiene capacidad para contrarrestar el arraigado fenómeno de los habitantes de calle?

Esta es una de las grandes tareas que siguen pendientes de ser cumplidas desde hace más de 20 años, cuando prácticamente se desbordó el control sobre esta minoría. El concejal Diego Molano expone en su columna de El Espectador de este lunes la urgencia de articular políticas públicas encaminadas a mejorar las condiciones de vida de este sector de la población.

El cabildante dice:

Los medios destacan el caso del piloto o el extranjero que se encontraron en el Bronx, pero la verdad es que la mayoría vienen de hogares pobres, con familias que los expulsaron por la violencia intrafamiliar y en entornos con altos niveles de consumo de drogas. De hecho, casi todos abandonaron su hogar en la pre-adolescencia y siendo consumidores de sustancia psicoactivas a temprana edad, entre los 10 y 12 años. Su nivel de educación no es bajo, el 35% tiene primaria y el 53% algún grado de bachillerato”.

LO ÚLTIMO