Así o plantea el columnista de El Espectador Héctor Abad Faciolince, para quien esto es un asunto de simple vanidad.

“Si Uribe estuviera en el Gobierno, habría firmado la misma paz con las Farc, aunque quizá sin nada escrito y con una dosis muy pero muy baja de verdad. A Uribe lo que menos le interesa es la verdad, pues en la verdad podrían salir muy salpicados él y sus amigos más íntimos. Pero en el fondo el acuerdo sería parecido”, dice Abad.

Abad pinta un escenario en el que Santos gobernaría por inercia hasta el 2018 y el proceso de paz seguiría en el limbo, y Uribe buscaría una constituyente que le permitiera volver a la Presidencia.

“El Presidente Santos tendría que darle a Uribe uno o dos puestos en la mesa de negociación de La Habana. Los delegados de Uribe tendrían que obtener algo de las Farc (digamos dos años de cárcel), y todo esto a cambio de lo que tanto Uribe como las Farc quieren: una asamblea constituyente. Con una nueva constitución pactada con las Farc, Uribe podría nuevamente aspirar a ser presidente (lo que está prohibido en la constitución actual), y las Farc podrían ser un nuevo gran partido de la izquierda populista (estilo Ortega y Chávez). Así, todos contentos”, dice.

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