Agentes de estos dos países visitaron la fábrica metalúrgica de Indumil en Sogamoso (Boyacá), para conocer el poder destructivo de tres modelos de artefactos explosivos desarrollados por ingenieros nacionales, informó El Espectador.

Los delegados del jeque Sheikh Khalifa Bin Zayed Al Nahyan (Emiratos Árabes) y de Salmán bin Abdulaziz (rey de Arabia Saudita) estuvieron chequeando las bombas de 125, 250 y 500 libras, cada una con un radio de acción de 12, 70 y 100 metros, respectivamente.

El plan es proveer material bélico (incluidas municiones) e incrementar las ventas de Indumil que hasta ahora solo le vende al Ejército Nacional. Sus ventas registradas ascienden a unos 444.000 millones de pesos anuales, con la esperanza de crecer hasta un 6 % en igual periodo, destacó el periódico bogotano.

De esta manera, Colombia se vincularía indirectamente en la guerra internacional contra el terrorismo que fue declarada por el bloque de países occidentales en contra de organizaciones radicales como el grupo Estado Islámico.

No obstante, el 80 % de los ingresos de Indumil no vendrían solo de la venta de bombas, sino de la comercialización de explosivos para la industria de la construcción, informó Portafolio.

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