En entrevista con la revista Carrusel, de El Tiempo, Dávila dice que con Gurissati no tuvo “ninguna pugna, ninguna discusión” (incluso, reconoce que fueron compañeras, que crecieron juntas, que le conoce sus fortalezas y debilidades, y hasta desea que le vaya bien), pero recomienda preguntarle a la actual directora de Noticias RCN por el supuesto enfrentamiento que hubo entre las dos.

Ratifica, además, lo que revela en su libro recientemente publicado, ‘En honor a la verdad’, en el sentido de que Gurisatti intrigó para que la organización Ardila Lülle entrara en pánico.

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“¿Y usted lo duda? —le pregunta Dávila a quien la entrevista, la directora de Carrusel, Tatiana Escárraga— Hubo mucha gente que aprovechó la oportunidad, y creo que ella [Gurisatti] también la aprovechó”.

Cuenta puntualmente el momento que precipitó su salida de Noticias RCN, en agosto del año pasado, cuando llegó a presentar y Silvia Corzo estaba sentada en la silla.

“Cuando faltaban cinco minutos [para salir al aire] nos dijeron que iríamos tres presentadores. Poco antes había dos cámaras y dos teleprompter. Lo cierto es que no me pareció digno ese trato. No me pareció respetuosa la forma y me fui”, dice Dávila. “Después no tengo dudas de que Claudia hizo lo que le tocaba para que yo terminara de irme”.

“¿Lo que le tocaba qué es?”, le pregunta Escárraga.

Y Dávila responde a secas: “Lo que le tocaba”.

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