Cada vez es más frecuente encontrar reportes y denuncias de discriminación, como la que hizo una mujer a través de Facebook, alegando que dos de sus vecinas la han agredido en repetidas ocasiones por su orientación sexual.

O como el caso de la pareja homosexual a la que se le pidió que no tuviera muestras de cariño en la piscina de un conocido hotel en Cartagena. A pesar de no estar haciendo nada obsceno, a los dos hombres se les dijo que eso “no estaba bien visto en Colombia”.

A este se le suma el caso de otra pareja homosexual en Medellín a la que un policía agredió por besarse en una reconocida plaza de la ciudad. Esto pasó mientras los hombres grababan un video para una campaña contra la discriminación.

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A pesar de que el país atraviesa en este momento un proceso de paz, los prejuicios y señalamientos por posiciones políticas son cada vez más frecuentes, como el que se reportó hace pocos días durante un vuelo hacía Medellín.

Incluso se han practicado “experimentos” para saber cómo reaccionan las personas frente a una agresión, como lo hizo el programa de televisión ‘Séptimo Día’ cuando puso a prueba a algunos colombianos frente a un caso de xenofobia.

No solo pasa en espacios físicos, en redes sociales también se hacen evidentes las etiquetas negativas:

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Etiquetas / Captura de pantalla Twitter
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Sin importar si es por su manera de vestir, su origen, su orientación sexual, su trabajo o sus tatuajes esto denota una problemática. Tener tatuajes no es una razón para etiquetar a alguien de vándalo, o ser rapero no es sinónimo de vago.

Conociendo esta problemática que se vive en el país, nos hace cuestionar la forma cómo percibimos al otro. Por eso es válido preguntar si las etiquetas están impidiendo que podamos crear un tejido social y un ambiente de respeto entre la comunidad.

Estos casos no son solo muestra de discriminación, también son una invitación a crear un ambiente más tolerante, #SinEtiquetas, donde no importe la raza, el estrato, las creencias, el trabajo, la forma de vestir o la forma de hablar, donde pese más el respeto que los prejuicios.

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