Se cree que al menos 80 historias clínicas de falsos enfermos de hemofilia sirvieron para que algunas empresas prestadoras de salud se beneficiaran con el recobro de medicamentos y tratamientos que se hicieron efectivos a través de la gobernación de Córdoba, informó la Contraloría General en un comunicado reproducido por Blu Radio.

El desangre de recursos se mantuvo durante 3 años y tiene en la mira de las autoridades fiscales y judiciales al exgobernador de ese departamento, Alejandro Lyons Muskus.

“Según los conocedores de esta enfermedad, que es hereditaria, demográficamente es imposible que de pronto se presenten simultáneamente todos estos casos en un solo departamento”, destacó la investigación de la entidad estatal.

La hemofilia se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre y por eso los pacientes que la padecen no pueden contener las hemorragias.

La Contraloría señaló que mediante “falsos recobros de salud, con pacientes hemofílicos inexistentes, exámenes de laboratorio alterados y medicamentos que nunca se suministraron (…) se produjo un posible detrimento al patrimonio público por $44.812 millones de pesos”.

Pero lo que llama la atención es que la Secretaría de Salud de ese departamento aprobó, sin verificación y admitiendo documentos falsificados, los millonarios pagos sin que mediara para ello ningún concepto del Comité Técnico Científico de las EPS correspondientes.

Las empresas prestadoras de salud que están siendo investigadas son Unidos por su Bienestar S.A.S. (que recobró $39.062 millones), San José de la Sabana S.A.S. (con recobros que sumaron $5.750 millones), Funtierra IPS Ltda (a la que se pagó $1.345 millones), Girasoles Centro Integral de Terapias (que registró $86 millones) y Crecer y Sonreir Unidad Integral de Rehabilitación S.A.S. ($206 millones recobrados).

LO ÚLTIMO