De acuerdo con los documentos del Ministerio de Relaciones Exteriores, por ejemplo la Resolución 0818, que establece el contenido del Curso de Formación Diplomática y Consular para este año, “el ingreso a la Carrera Diplomática y Consular se hace exclusivamente por concurso abierto y en la categoría de Tercer Secretario, previa aprobación del Curso […] y de acuerdo con el reglamento de la Academia Diplomática”.

Eso reza el primer considerando de la Resolución. Pero en un comunicado emitido este lunes para explicar el nombramiento de Calero, la Cancillería asegura que, “como todas las personas que son nombradas para ejercer funciones en las misiones diplomáticas en el exterior, pasó por una inmersión en el tema consular y cumplió con el cronograma de inducciones programadas en la Dian, la Registraduría General de la Nación, el Instituto Colombiano de Bienestar familiar, el Ministerio de Comercio Exterior, Migración Colombia y las distintas direcciones  del Ministerio de Relaciones Exteriores”.

Se trata de dos cosas diferentes porque el curso, de acuerdo con la mencionada Resolución, dura casi 8 meses, que para este caso comenzaron el 4 de abril pasado y van hasta el próximo 25 de noviembre. Además, consta de un componente teórico (cuatro ciclos de 8 semanas cada uno, mediante la modalidad de cátedra) y uno práctico (dos ciclos también de ocho semanas de prácticas en el mismo Ministerio).

Otro detalle que llama la atención entre la normativa de la Cancillería y lo expuesto en el comunicado es que la primera sostiene, por ejemplo en el documento denominado ‘Carrera Diplomática y Consular’, que el ingreso se hace “exclusivamente” en la categoría de Tercer Secretario de Relaciones Exteriores.

Allí, el diplomático debe permanecer cuatro años (uno de ellos en periodo de prueba), para poder aspirar al cargo inmediatamente superior, es decir, el de Segundo Secretario, en donde deberá permanecer otros cuatro años. Si quiere seguir escalando, debe ascender al siguiente grado de Primer Secretario, en donde debe permanecer otros cuatro años para, ahora sí, llegar al de Consejero, que es por el que acaba de entrar Calero al servicio diplomático.

La Cancillería destaca que Calero es comunicador social-periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y tiene una especialización en Opinión Pública y Marketing Político, y asegura que “jamás ha vetado a las personas por su profesión, ni para los cargos de libre nombramiento ni en la selección de elegibles para los aspirantes a la Carrera Diplomática […]. No se puede descalificar a una persona por su profesión”.

Recuerda también que ha contado con periodistas que “han cumplido una gran labor en el exterior”. Para el Ministerio de Relaciones Exteriores, la experiencia ha demostrado que “en los cargos consulares, que requieren funcionarios con don de gentes, que se entreguen a las personas a través de un acercamiento permanente, los comunicadores cumplen una excelente labor por su habilidad para interactuar con ellos”.

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