El hombre fue capturado por la Policía en el mismo centro médico en donde se recuperaba de las heridas en su cuello, y fue trasladado a la cárcel San Isidro de Popayán (Cauca) en medio de un dispositivo de seguridad.

Las imágenes del traslado fueron compartidas en Facebook por Cauca Noticias, que describe que Ramírez es el confeso asesino de Edith Jhoana Parra y de sus dos hijos, We’pe y Sek Tay Rivera, de siete y nueve años.

Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana cuando las autoridades fueron alertadas del ataque con arma blanca a una mujer, de 28 años, que se desempeñaba como auxiliar de enfermería. La agresión contra Jhoana Parra, miembro de un resguardo indígena, ocurrió en un inquilinato del centro de la ciudad, informó El País de Cali.

Allí mismo, dice ese medio, Rivera Ramírez se propinó varias heridas con el arma y fue trasladado a un hospital, en donde finalmente confesó a investigadores de la Sijín lo que había hecho con sus hijos y en dónde los había escondido.

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“Las personas que colaboraron con las autoridades indicaron que como los niños eran muy apegados a él, la noche de viernes aprovechó para sacarlos de la casa y suministrarles un medicamento desconocido. Parece que uno murió a los pocos minutos, mientras que el otro, el mayorcito, que estaba en silla de ruedas, se resistió y se enfrentó a este sujeto, quien lo empezó a golpear hasta matarlo. Luego ubicó los cadáveres de los dos angelitos en un hueco”, explicaron, al medio regional, indígenas de la zona.

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