Lina Molina y su esposo, Iván Villamil, aseguraron en Noticias Caracol que el hombre continuaba en una estación de Policía de Cajicá, pese a que la juez que conoció del caso ordenó la medida intramural.

Al parecer, la denuncia sobre el incumplimiento de la decisión aceleró el proceso de traslado del hombre, que a comienzos de este mes arrolló brutalmente a la mujer, luego de que los vehículos de ambos se vieran involucrados en un choque simple.

“Juan Camilo García sigue en la estación de Cajicá recibiendo la injerencia del poder de su familia, burlándose de la justicia y revictimizando a Lina Alejandra y a todas las mujeres de Colombia”, lamentó el esposo de la víctima en el noticiero, minutos antes de que enviaran a prisión a García.

Pero esa no fue la única denuncia que hizo Villamil. También dijo que si bien físicamente Lina mejora lentamente, su salud emocional se deteriora, sobre todo al saber que se intenta bajar la calificación del delito por el que la juez ordenó enviar a la cárcel a García (tentativa de homicidio) a lesiones personales dolosas, que es excarcelable.

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De hecho, los argumentos de la juez para sustentar su decisión de encarcelar a García fueron que su conducta fue intencional y además no se bajó de su carro para auxiliar a Molina. “No puede ser que uno atropelle a una persona y no tenga el más mínimo detalle de bajarse y saber qué pasó y mostrar con ello arrepentimiento del daño causado. De tratar de auxiliarla. No lo hizo”, dijo la juez en la audiencia.

En esa ocasión, Juan Carlos Trujillo, abogado de la Lina Molina, expuso los agravantes de la conducta de García: haberse aprovechado del estado de indefensión de la víctima, la sevicia con la que actuó, y el hecho de que lo hiciera delante de su propio hijo menor de edad.

En la audiencia, sin embargo, García no expresó perdón ni arrepentimiento, y tampoco aceptó el cargo por el que, de ser hallado culpable, podría pagar, mínimo, 16 años de cárcel de prisión, advirtió la Fiscalía.

“Creemos que se necesita celeridad en la justicia, efectividad, y que esto desarme muchos intentos de hombres en el país por agredir a mujeres que no son conocidas. Esto no se trata de un crimen pasional, no tiene que tener una relación; es un desconocido que agredió a una mujer en la calle”, dijo Villamil.

“La Fiscalía tiene que tomarse las cosas más en serio”, dijo, a su turno, Lina. “Porque mi caso se hizo mediático, mi caso se hizo público, y entonces, gracias a eso, la Fiscalía volvió a actuar y reversaron el asunto de convertirlo en lesiones personales. Pero no puede ser que uno tenga que andar detrás de la justicia viendo a ver si cumple las cosas o no”.

“Él [García] me victimizó en una forma en la que yo nunca me había visto victimizada: intentó asesinarme con su carro y eso no son lesiones personales. Lesiones personales fue cuando me agarró a puños antes de pasarme el carro por encima. No soy capaz de seguir viviendo de esta forma cuando el vuelva a ser mi vecino si efectivamente esto queda impune y él sale a la calle moviendo fichas o como sea”, concluyó.