Gaviria acaba de ser diagnosticado con un cáncer por el que se debe someter a una quimioterapia y se lo comunicó al país en un texto bajo el título ‘Cosas que pasan’, pero, a juzgar por lo que dice Escobar, las críticas contra él han arreciado por el hecho de ser ateo, aunque “entre los comentarios suscitados por la noticia, los de aliento son mayoría”.

Y es que Gaviria, en su texto, no menciona a Dios, sino al periodista y escritor Christopher Hitchens, un reconocido ateo que tras haber sido también diagnosticado con cáncer se preguntó “¿por qué yo?”, y respondió “¿por qué no?”.

“Esto no es un llamado, ni una prueba, ni un castigo, es una enfermedad con causas conocidas, pero, como siempre en el mundo de la complejidad biológica, con un halo de misterio. Tengo plena confianza en los médicos colombianos y en nuestro sistema. Mi tratamiento será estándar, sustentado en la evidencia, sin apuestas experimentales, ni medidas heroicas. Creo en la ciencia como toca: con vacilación y escepticismo moderado”, escribió Gaviria.

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Eso debió provocar aseveraciones en contra del Ministro que Escobar califica en su columna de “fatalistas” y “amenazas”, y remarca que en ellas “Dios aparece como el todo poderoso castigador de quienes no creen en él”.

“Triste el vacío en su corazón, esa enfermedad solo la cura Dios”, “Cuántas cosas tienen que pasar para reconocer que Dios existe”, son algunos de los comentarios dirigidos a Gaviria que llaman la atención de la columnista.

“Si fuera un tema de ‘justicia divina’ tendrían que morir siempre los criminales y salvarse los justos. Tristemente, la salvación no es una regla de tres y, aunque a veces pareciera que algunas personas tienen hacia la fe religiosa una relación oportunista, esta suerte de transacción donde ‘yo te elogio y tú me ayudas’ no ofrece garantías”, añade.

Y lanza otra sugestiva pregunta: “¿No resulta contradictorio suplicar socorro a un Dios que, en principio, fue el mismo que nos puso en la situación maligna de la que pedimos escapar?”.

“He aprendido a alejarme de la Iglesia y acercarme a las escrituras en busca de respuestas. La relación oportunista con un Dios omnipotente es una de las razones que me ha alejado de la fe”, continúa Escobar. “Día a día priman las rentables supersticiones sobre un Dios que aparece como una suerte de contable llevando sumas y restas de avemarías y padre nuestros para decidir la suerte de cada quien”.

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