La reacción de la mujer, Juliana Hernández, hija de Jorge Andrés Hernández, uno de los socios mayoritarios del periódico El Colombiano, sería solo parte de esta campaña, denominada por Ramos de “sanción social”.

“Que les dé pánico salir a la calle porque los colombianos los aborrecemos”, escribió Ramos en su cuenta de Twitter.

La escena de Hernández en el avión no pudo salir peor: el supuesto guerrillero resultó un simple pensionado que coleccionaba gorras, y que lucía una cuyo aspecto hizo que la mujer lo asociara con las Farc.

El caso adquirió tal trascendencia que el periódico El Espectador le dedicó su editorial este domingo, titulado ‘¿Sanción social o venganza inútil’?’, donde concluye que este es simplemente un acto de matoneo, no de justicia.

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“Una sanción como la que promueve el senador, que lo único que pretende es excluir, no sólo es inútil sino que representa una agresión inaceptable. Iniciar una campaña para que los desmovilizados sientan “pánico” de salir a la calle, ¿qué logra, más allá de seguir alimentando la rabia de la gente y excluir a personas que están en un proceso de reinserción que los hace vulnerables?”, dice El Espectador.

El periódico incluso considera contraproducente la iniciativa del senador del Centro Democrático:

“¿Qué ganamos, entonces, excluyéndolos? ¿Qué utilidad tiene el odio, qué enseña? ¿Que no tienen otra opción más que una vida en el crimen? Excluirlos de la sociedad sistemáticamente, sin darles una oportunidad, crea incentivos para que estas personas, que llevan tantos años no conociendo otra dinámica que la violencia, vuelvan a caer en ella. ¿Queremos eso en realidad? ¿Vamos a desperdiciar esta oportunidad histórica?”, agrega.

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