Pese al susto de los turistas, el caimán aguja se mostró inofensivo y hasta se detuvo en la arena mientras las personas le tomaban fotos y lo grababan, según El Informador de Santa Marta.

Por eso, agrega el medio, el jefe del Parque Tayrona, John Restrepo, se mostró feliz con esta aparición ya que “su presencia es un indicador del buen estado de conservación que tiene la reserva natural”.

La expresión del funcionario obedece a que en este atractivo lugar del país, y uno de los sectores más visitados, habitan dos especies reptiles: la babilla (caiman crocodilus) y el caimán aguja o del Magdalena (crocodylus acutus). Este último, agrega El Heraldo, fue el que avistaron los turistas.

Como esta especie está en vía de extinción, y se cree que en la zona puede haber entre ocho y 10 más, la bióloga del parque aconseja: “Mantener un distancia prudente del animal (30 m), no alimentarlos, no tocarlos, no caminar de noche por las playas, no nadar en las madreviejas, no atacarlos con palos o piedras y no colocar a niños cerca a los cocodrilos para fotografiarlos”, advierte ese medio.

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